Espera y aflicción

   

    Él me dijo que esperara, así que aquí estoy, esperándolo. Ha sido divertido tener la casa completa para mí todos estos días, pude correr hasta cansarme, rompí uno de los cojines y hasta la bolsa de mi comida ¡jamás había visto tantas galletas juntas!, correteé un poco más e hice mis necesidades en la alfombra. Sé que le molestará, pero ya no podía aguantar más. Sin embargo, también atrapé a la rata que llevaba días molestándonos, la tengo guardada en un rincón para mostrársela cuando vuelva. De pronto y eso hace que no se enfade tanto conmigo por lo de la alfombra.

    En otras ocasiones se ha ido, aunque esta vez sí que se ha tardado más... mucho más. Qué desconsiderado, al menos debió dejarme más comida a mi alcance. Tardé toda una noche en alcanzar, a punta de brincos, el saco que estaba sobre la repisa; yo no debería andar brincando por mi comida, estoy muy viejo para eso y ¡ni que fuera un gato! Además, hace días que se terminó y el agua también. Ya hasta la rata está viéndose apetitosa, pero no puedo comérmela, ¡necesito que él la vea! De seguro ya está por llegar, sí... de seguro. Ya lo extraño.

    Cuando lo vea le mostraré los dientes, así se dará cuenta de que estoy molesto porque me dejó solo... no, no puedo hacer eso, no estoy molesto. Estoy triste. «Volveré a la tarde, muchacho» me dijo, como siempre. Siempre que lo decía volvía a la tarde sin falta, ¿por qué ahora no? ¿Será que me abandonó? No, no, no, no. No pienses en eso. Él sería incapaz, después de tantas cosas que hemos vivido. ¿O sí lo haría?

    Desde que recuerdo ha estado conmigo, siempre hemos sido él y yo. Una vez una mujer vivió acá por un tiempo, pero ella se fue. ¿María? ¿Lucía? No recuerdo su nombre, olía a vinagre. Intentaba disimularlo con perfumes, pero nada engaña a esta buena nariz. Él se entristeció mucho, pero yo lo ayudé a superarlo, igual que cuando su madre durmió y no volvió a despertar... «eres mi mejor amigo» me dijo, sí... me lo afirmó llorando... ay, ojalá no hubiese matado a la rata, al menos con ella habría tenido a alguien con quien conversar.

    Me siento débil, creo que mejor dormiré un rato.

_{Foto de mi autoría}

    ¿Qué fue eso? ¿Las llaves? ¿La puerta? Can estúpido. Debes estar soñando... espera. Ese olor...

    —Hola, muchacho.

    ¡Daniel! ¡Estás aquí! ¡Estás aquí! Oooh No puedes ser tú... ¡Siiií! ¡Sí lo eres! Sabía que no me dejarías solo. No vuelvas a irte así, no sabes cuánta falta me has hecho. ¡Daniel! No puedo creer que estés aquí. ¿Te hice falta también? ¿Por qué no me dijiste que te irías tanto tiempo? No vuelvas a hacerme esto ¡Daniel! ¡Daniel!

    —Calma, chico, calma. Estoy algo lastimado.

    Daniel, ¿quiénes son esos dos que están afuera? ¿Qué le pasó a tu pierna? ¿Y a tu cara? ¿Ellos te hicieron daño?

    —Shhhh, no gruñas. Son buenas personas. Me trajeron hasta acá. Lamento dejarte solo, amigo. Tuve un accidente y no me dejaron salir hasta que me recuperase.

    No entiendo qué dices, Daniel. Estás apretándome muy fuerte, pero no importa. Me alegra verte, ¡Daniel! ¡Casi lo olvido! Espera a que veas lo que atrapé en la cocina.

   

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¡Gracias por leerme!

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