Desahogo: Un pequeño consejo.

Mi yo interno me dio autorización completa para escribir algo positivo. Después de haber pasado por algunos periodos de intranquilidad por culpa de la rutina. Pero bueno, de esto se trata, de proyectar lo que realmente te pasa, lo que sientes y lo que quieres decirles al mundo a través de la escritura misma.

Me di la tarea de meditar por un buen rato, y me di cuenta de algo, estaba en pausa. Me había colocado un piloto automático y era importante, necesario y obligatorio despertarme y activarme por completo para seguir haciendo lo que vengo haciendo desde hace un tiempo. Tomé un vaso de agua, respiré profundo y me senté a escribir.

Si algo aprendí en esta vida, es verle el lado bueno a las cosas, a todo. Quizá se nos hace muy difícil, ya que vivimos en un periodo de crisis y lamentaciones, pero es necesario buscar motivación en otras partes, salir de nuestra zona de confort. Por eso hay que aprender a valorar desde lo más mínimo, desde el detalle más pequeño que la vida nos ofrece.

Debemos buscar concentrarnos en lo que nos gusta, y dejar a un lado la negatividad diaria que este mundo nos lleva. No hay vuelta atrás, cada día es un día más de vida y un día más para empezar de nuevo. Empezar de cero, vivir algo nuevo, pero siempre y cuando buscando la voluntad y las fuerzas necesarias que nuestra mente y cuerpo necesita.

Hay mucho por explorar, hay mucho por experimentar, hay tantas cosas por disfrutar, mucho por vivir. La vida es un millón de decisiones. La vida es un millón de oportunidades.