James IV: LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL.

Si buscaba ponerle nombre a lo que era su vida, no encontraba ninguno positivo, James estaba roto por dentro; su niñez no había sido fácil ni bonita, ¿y quien dijo que la vida es fácil? Cuando pensó que sería feliz entendió que su tren había pasado, se había entregado a la desdicha, pero cuando se sentaba en la soledad de su habitación pasando sus resacas y ya solo sin mujeres vacías a su alrededor pensaba que todo en algún momento cambiaría, llegaría el día en que miraría a todos con la frente en alto diciendo: “Aquí estoy y mejor que nunca”

Esos solo eran los pensamientos de una noche; al pasar los días James volvía a las mismas andanzas y se repetia el círculo vicioso una y otra vez.

Al pasar del tiempo solo encontró que su vida era una completa ‘porqueria’, su padre cada día estaba más decepcionado de el, “feliz con su esposa e hijos” a él casi ni le hablaba, habían sido muchas las mentiras que este correcto hombre no podía perdonar, era incapaz de ver sus fallas solo veía las ajenas.

Su madre estaba bien, había dejado a aquel hombre vicioso y tenía una nueva pareja que no le aportaba mucho a su vida pero por lo menos no le traía dolores de cabeza; su hermanita cada día crecía más y le quería mucho. Mamá lo llamaba todos los fines de semana para saber de él, tenían muchos años sin verse.

James todo ese tiempo solo consiguió muchísimas amistades y es que muy a pesar de su caótica vida el no demostraba estar mal, se rodeó de gente prestigiosa y acaudalada, con esa personalidad única que tenía se metía a quien quisiera en el bolsillo, mientras él se propusiera algo, así lo lograría.

Las fiestas, el alcohol y las mujeres eran su desayuno, almuerzo y cena. De lunes a lunes era de lo más normal en su vida vivirla como si fuese el último día.

Un viernes viajó con un grupo de amigos a una ciudad cercana de donde él vivía, tenían una de esas fiestas locas donde nadie estaba consciente, la finalidad era divertirse y hasta intercambiar parejas y hacer tríos, conoció una ‘muchachita’ que llamó totalmente su atención por ser diferente a las demás, no era del mismo patrón.

James esa noche no tuvo sexo, solo pensaba en aquella chica que le dio un beso y se fue.

Indagó, uso a todos sus conocidos para saber quién era aquella morena de ojos verdes, hasta que por fin supo cómo contactarla; tenía que aprovechar que se encontraba en esa ciudad pues la chica vivía allí. La invito al cine y ella cayó rendida a sus pies.

Pasaron horas y horas, fueron mágicas y maravillosas, él sentía que estaba en otro mundo se sentía como nunca; ella no era igual a las demás, tenía seis años menos que el, pero todo el tiempo que pasaron hablando parecía más madura que el mismo, con los pies bien puestos en la tierra.

James debía regresar a su ciudad, ella debía continuar con su vida. El contacto siguió y James empezó a viajar todas los fines de semana para visitar a Cristal, la compañía de esta chica le hacía olvidar un poco y sentirse a gusto. Pasaron algunas semanas cuando decidieron comenzar una relación, ella estudiaba y estaba muy centrada en su vida, él empezó a tomarle gusto por hacer las cosas bien.

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Empezó a interesarse por retomar la universidad, fue así como empezó a trabajar y junto con sus viejos ahorros decidió formar una empresa. ¡Se sentía vivo! Al transcurrir el tiempo James y Cristal estaban enamorados hasta los tuétanos, aún cuando no se encontraban cerca su relación cada vez se consolidaba más, eran la pareja perfecta.

El con su jocosidad, amoroso y entregado hacían de su mundo una maravilla. Ella con su inteligencia y entrega lo hacían sentir amado por primera vez.
Ella era una chica humilde pero familiar, fue así como James con mejor calidad de vida le ofrecía el mundo, mientras ella le ofrecía Familia.

James se enamoró de ella y de su familia, la relación con su padre estaba volviendo a ser “normal”, su madre estaba orgullosa de los logros de su hijo, esta vez si sentía que sería feliz.

Pasaron los años y James era un joven empresario exitoso, ya su carrera universitaria estaba por culminar, su relación con Cristal era estable aunque en ocasiones tenían problemas por la distancia que había entre ellos pero en todo lo demás eran un complemento. Ella era una diosa sexual, lo amaba, le daba ese calor y concepto de familia que no tuvo.

Ella encontró en él a un hombre maravilloso que la protegía, cuidaba y complacía en todo, era su más preciado tesoro pero necesitaba tenerlo a su lado. Se graduó y era una excelente abogada, deseosa de irse a la ciudad donde vivía James pero sus padres se negaron.

”De aquí no te vas, a menos que salgas de velo y corona” , fueron las palabras de su padre.

En vista de la situación Cristal habló con James y le dijo que si ella no se iba con el, tendrían que acabar con la relación pues ella no quería seguir viajando y pasando vacaciones con el, ese no era el concepto de relación que ella tenía.

James no tenía mucho que pensar, su vida era otra, el solo veía por los ojos de su amada, no le importaba nada solo estar con ella y hacerla feliz. Ella era su familia.

En el cumpleaños número 22 de Cristal en unión con sus suegros James organizó una hermosa fiesta de cumpleaños, súper costosa, con la mejor champaña y la comida más exquisita celebraron la vida de su amor, en medio de la celebración James pidió brindar por la agasajada y frente a toda la familia de Cristal se arrodilló ante aquella morena, esos ojos verde esmeralda brillaban y una lagrima recorría su mejilla.

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La celebración fue por partida doble, Cristal y James estaban felices, aunque sintieron un poco de presión al decidir colocarle fecha para los próximos tres meses ya que los padres de Cristal estaban ansiosos de ver a su niña convertirse en todo una señora.

James llegó a la ciudad y se reunió con su papá, le dio la gran noticia que en Abril se casaría con Cristal, cosa que le desagradó por completo.

“¡Hijo! Eres un hombre exitoso, lleno de muchas metas aún por cumplir, no entiendo ¿cual es la prisa por casarse?, yo no estoy de acuerdo en que te cases ahorita... espera un poco más, podrías arrepentirte.”

James desilusionado por lo que su papá le dijo se molestó y le dejó claro que él se casaría con su aprobación o no. Llamo a su madre para contarle y pedirle que por favor esta vez no tuviese excusas para venir a la boda de su hijo. Su madre solo preguntó:

“¿Estás seguro de la decisión que estás tomando? Cristal apenas es una niña que tiene un camino largo por recorrer.. ¿no querrá embaucarte por tu dinero?”

El solo le contesto a su madre que si quería estaba invitada a su boda, era la mejor decisión que había tomado en su vida y nadie podría arruinarle.

Empezaron los preparativos y Cristal estaba como loca con todo lo que quería, él le estaba dando la boda de sus sueños, siempre la soñó y estaba haciéndola realidad.

James estaba un poco abrumado con todos los preparativos, eran tantas cosas: la iglesia, pastel, trajes, anillos, la comida, fotógrafos, prensa, las bebidas, el salón, ensayar el baile... tantas que James ya no tenía cabeza y decidió tomarse un trago.

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Ese trago lo llevo a meditar. Pensando en su nueva vida, vio un poco hacia atrás y todo lo que había superado y aún no entendía si ahora que era tan exitoso, tenía una hermosa vida sus padres no le apoyaban, ¿porque estaban empeñados en verlo sufrir y ser infeliz?, la botella se terminó y pensó que solo importaba él y Cristal, no iban a derrumbar su felicidad.

Esta es una historia de la vida real, donde los personajes sólo fueron cambiados.

¿Será este el final feliz de James?

¿Tendrán razón los padres de James?

Si deseas leer más de James:

James I: EXITO Y DOLOR

James II: CARENCIAS

James III: SOLEDAD

Texto original de: @paos.

Agradecida por cada una de sus muestras de cariño y apoyo con cada voto y comentario. Feliz de leerles y conocerles.

Saludos mis adorados Steemianos, un abrazo.