Páramo Las Coloradas 🌄 Mi primera acampada.

A la mañana siguiente volvimos a encender la fogata para calentar el desayuno, o por lo menos se hizo el intento. Yo me fui a la loma a ver el paisaje, allí la vista es impresionante cuando el día está despejado, y lo estaba, el cielo no podía verse más azúl, imagínense que hasta alcanzamos a ver algunos picos nevados pertenecientes a Colombia , cosa que jamás habría imaginado poder ver desde el Táchira.

Picos colombianos.

Pasamos el resto de la mañana bajo aquella pepa de sol, junto a la laguna haciendo rebotar piedras (habilidad que aún no poseo) y escuchando las montañas que parecían hablar, imaginando qué haríamos si un hipotético grupo de guerrilleros llegara a aparecer por donde estaba la cruz, las mejores propuestas fueron: 1. Quedarnos en posición fetal y 2. Lanzarnos montaña abajo sin importar nada.  También encontramos un animal muy parecido a los de las películas "Hombres de Negro" , un poco asqueroso.

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Armando siguió explorando el terreno mientras los demás nos quedamos comiendo naranjas en la loma que está junto al lago, un dato curioso: ahí había señal de movilnet.

Entrada la tarde nos sentamos a comer junto al campamento, increíble el cambio tan drástico de temperatura que se sentía al pasar del sol a la sombra. Teníamos demasiada comida, tanta que ya no queríamos seguir comiendo pero tampoco queríamos cargar todo ese peso de regreso...

Jimmy se fue a dormir en la carpa luego de comer y poco después lo seguí, una siesta no sonaba mal, ahora me arrepiento un poco de haber perdido 3 horas de posible exploración pero bueno, a las 5 desperté y los muchachos volvieron a la tarea de hacer fuego para cenar algo caliente, finalmente logramos preparar un poco de sopa de sobre maggie y nos calmó el frío por un rato.

Subimos a la loma, eran las 6 cuando empezó el espectáculo de colores, jamás voy a olvidar ese atardecer , teníamos una vista impresionante para nosotros solos, las nubes y las montañas creaban el paisaje perfecto. Todavía anhelo poder ver algo así de nuevo. Es de los momentos más bonitos que he logrado capturar con mi cámara.

Cayó la noche y volvimos al calor del fuego, hecho posible gracias a que Armando pasó la tarde recogiendo vegetación seca (y no durmiendo como nosotros). La segunda noche fue un poco más llevadera, hacía frío pero lográbamos dormir.

Al día siguiente desayunamos y recogimos todo, ya tocaba regresar a casa.

La basura no vuelve sola.

La subida hasta la cruz es terrible, me agotó muy rápido y el sol lo hacía peor. Llegamos y había un grupo de personas que tal vez se dedican a hacer estos recorridos semanalmente, les pedimos que nos sacaran una foto a los cuatro para luego seguir el camino. El resto era casi todo en bajada, nos topamos con algunos motorizados y con los señores que estaban en la cruz que iban a un paso impresionante, bajar se nos hizo mucho más rápido que el mismo camino de subida, en dos horas estábamos en la carretera esperando el bus.

Nadita de sombra.

Jimmy jugando con caballos "salvajes" mientras esperábamos.

Pasó lo que tal vez fue una hora antes de que el bus de San José - Queniquea nos recogiera, iba full así que dejamos todo en el maletero, el viaje de regreso fue tranquilo y en un par de horas ya estábamos todos de vuelta en la civilización.

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Este ha sido uno de mis viajes favoritos, en parte porque representa el comienzo de mis acampadas, me tomó mucho tiempo escribirlo completo, perdía el hilo o me desconcentraba viendo los vídeos que grabé en esos día, también el hecho de que fue hace ya mucho tiempo jugaba con mi memoria y terminé pidiéndole ayuda a los muchachos para revivir los recuerdos, así que gracias a ellos por hacer todo posible.