En Venezuela existen más de mil cuatrocientos tipos de aves, de todos los tipos, tamaños y colores. Algunos muy conocidos y comunes, otro difíciles de encontrar y ver, o solamente que por ser tan escasos los vemos pocas veces en la vida.

Hoy mis amigos steemistas, estando en casa de mis padres, cámara en mano, tuve la suerte de ver una especie de ave que nunca había visto por estos lados llaneros. Logré sacarle dos fotos a media máquina porque era muy escurridizo, andaba entre las hojas y no dio un instante de toma fija. Así como llegó se fue, dejándome con el dilema que clase de pájaro era. Llegué a mi casa, investigue y logré dar con el tipo de ave.

Mi primer modelo de hoy fue el gallo de la casa, aquel que canta kikiriki todas las mañana para anunciar el nuevo día. Ese si se deja tomar fotos cual modelo de pasarela. Yo creo que sabe cuándo voy de visita y se acicala bien el muy muérgano, se lava la cresta, peina sus plumas, pule sus uñas.

Luego apareció un arrocero. Un canario venezolano. De ese existen varias especies, canario de tejado, canario de mangle, canario de sabana, canario chirigüe, y tantos otros, solo que nosotros los venezolanos comunes le llamamos a todos arroceros. Este pajarito también es buen modelo, se deja ver, posa tranquilo y ve la cámara sin cerrar los ojos, no como hacen muchos humanos para dañar una buena foto. Siempre pasa que tomas una foto y alguna persona inevitablemente sale dormido o viendo no sé qué, que daña el momento al resto.

Estando yo allí sentado con la cámara en las piernas, esperando por otro modelo, aparece este pajarito, con el cuerpo como un tordito y la cabeza como un arrocero.

Lo perseguí por entre las ramas del palo de limón injerto, por el cual mi papá se queja porque no quiere dar fruto, a según lo tiene amenazado.

El ágil volador solo dio pie en par de ocasiones para dejarse retratar, seguro es de esos tipos que no le gusta salir en fotos, así como el tío que siempre tenemos en la familia, que coloca su mano, entre su cara y la cámara para dañar la foto.

Estando ya en casa, busqué información, comparé fotos y descubrí que es un turpial. Llamado turpial de agua. También se le conoce como "monjita cabeciamarilla o toche de pantano". Es frecuente en las riberas de los ríos, lagunas, caños, y más en zonas abiertas de campos amplios y húmedos. Igualmente encontré que su mayor población está en nuestro vecino país, Colombia. y seguro dada la cercanía se vino de paseo por el estado Apure de Venezuela. Bienvenido sea.

El ave nacional de Venezuela es el turpial, mi modelo parece un turpial, se llama turpial, pero no es el turpial que todos conocemos. Es un turpial, raro. Dentro de la familia de los turpiales (Icteridae) está incluido, seguro son primos lejanos y este que vi, vino a visitar a la familia.

Las fotos fueron tomadas con una Nikon Coolpix P530 En casa de mis padres. Menos la primera, que fue tomada en el "Hato El Cedral", con una Canon Powershot.