🏆⚽😇 Un celestial guerrero campeón del fútbol mexicano 😇⚽🏆

La todopoderosa Liga MX, ese sui generis reino, donde cualquier cosa puede suceder tiene un nuevo campeón; campeón que, más allá de haberse desinflado al cierre del torneo regular ha sido ejemplo de claridad en cuanto a idea futbolística se refiere.

La mejor decisión que pudo haber tomado Alejandro Irarragorri para el Clausura 2018 fue quitar a Robert Dante Siboldi el funesto título de interino y respaldarlo como entrenador del conjunto lagunero; dicho respaldo generó una sinergia profunda en un grupo de jugadores que tenían ya plena confianza en las ideas que Siboldi Badiola buscaba transmitirles.

Llegó la sexta corona para el conjunto de “La Tierra de los Grandes Esfuerzos”, y justamente eso, grandes esfuerzos, es lo que Santo ha tenido que hacer a lo largo de sus 34 años de historia en el fútbol profesional; esfuerzos que hoy en día son incluso más plausibles dado que el fútbol vive una época en la que las fuertes inversiones económicas suelen garantizar “Grandeza” a corto plazo.

La grandeza del conjunto coahuilense nada tiene que ver con el factor económico o mediático; los laguneros han ido construyendo su historia a base de trabajo continuo, proyectos serios y una altísima dosis de compromiso en todos sus niveles (Jugadores, Cuerpo Técnico, Directiva y Afición). Santos es un digno representante de su ciudad, la ciudad que venció al desierto.

En la recién conquistada Liga, Santos tuvo en Djaniny Tavares, el campeón de goleo, un activo importantísimo a nivel individual, en Julio Furch un “Killer” en momentos decisivos, pero sin lugar a dudas el juego de conjunto sumado a la intensidad y la sapiencia para manejar los tiempos en los partidos fueron las más grandes fortalezas del nuevo monarca del fútbol mexicano.

Santos hizo méritos suficientes para acceder a la Liguilla y ya instalado en la fiesta grande, reafirmo dichos méritos eliminando al entonces campeón Tigres que llegaba como favorito en la eliminatoria de cuartos de final, pasó por encima del América, superándole amplia y contundentemente en la fase de semifinales y en la final superó al Diablo jugando 180 minutos llenos de criterio. La tercera fue la vencida, Santos por fin superó a “Bestia negra” en las finales, y con ello supo imponer, por vez primera, al bien sobre el mal en el cruce final del torneo.

No queda más que felicitar a todos quienes conforman la entidad Santista, pues han demostrado que el buen criterio y la constancia en los esfuerzos correctamente direccionados tienen como fruto la cosecha de los objetivos trazados al inicio de un ciclo. Siboldi ha sabido dirigir, de forma prácticamente inmejorable, a un celestial campeón de liga.