HIERBAS Y PROBLEMAS DE INTESTINO 2
ESTREÑIMIENTO
La alimentación incorrecta, el estrés o el escaso movimiento son, con mucha frecuencia, las causas de esta molestia, que afecta más a las mujeres que a los hombres. El uso no apropiado de laxantes puede contribuir a agravar el estreñimiento; en algunos casos en vez de resolver el problema crean una especie de adicción: el intestino se acostumbra a activarse sólo si un laxante lo estimula y no consigue retomar sus funciones normales.
También en este caso la solución (aunque no es la única) se encuentra en el tipo de alimentación. Se deberían consumir, al menos una vez al día, 200 gramos de verdura cruda o cocida y 300 gramos de fruta; comer habitualmente legumbres, cereales integrales o algas; beber mucho, al menos dos litros de agua al día, y practicar algún tipo de actividad física regularmente.
Si las costumbres sanas no bastan, he aquí otras precauciones: cuece 5 o 6 ciruelas en tres tazas de agua. Por la noche, antes de ir a dormir, cómete las ciruelas. Por la mañana, bébete el agua de la cocción.
En caso de estreñimiento crónico, es mejor recurrir al hinojo y a la malva, que tienen propiedades depuradoras y ligeramente laxantes. Se toma una cucharadita de caja infusión que preparemos con estas plantas en medio vaso de agua, después de las comidas.
Debes tener cuidado con las plantas definidas como laxantes de contacto, (es decir, que estimulan directamente la pared interna del intestino, con el objetivo de provocar el reflejo¨liberador¨), por ejemplo, la frángula, el ruibarbo o la cáscara sagrada. El uso de estas hierbas, ya sea bajo forma de tisanas o de extractos fluidos, o como ingredientes de los productos laxantes a la venta, debería reservarse a situaciones momentáneas (debidas, por ejemplo, a un cambio de aires a una situación de estrés imprevisto): además de irritar el intestino, con el paso del tiempo producen adicción.
PARA REFRESCAR EL ALIENTO
Un indicio o síntoma de trastorno en la digestión puede ser el aliento no precisamente perfumado. A la espera de identificar y curar su causa (que puede ser, además del incorrecto funcionamiento del aparato digestivo, una mala higiene bucal o una inflamación de las encías), la hierba más adecuada para enmascarar el mal aliento es la menta: cuando se sienta la necesidad, se pueden beber 15 gotas de extracto fluido diluidas en medio vaso de agua.
Como alternativa se pueden masticar hojas frescas durante el día.
Las gomas de mascar o chicles expresamente estudiados contra la alitosis dan únicamente una sensación de frescor momentáneo.
Buen post! La info es muy útil!
gracias.