Me fui a vivir solo, parte 1 de 5. Imaginando...

Es mi segundo intento por irme a vivir solo y desplegar mis alas como muchos dicen.

En verdad días antes a concretar este nuevo modo de vida, alejado de mis padres y el hogar que me vio nacer imaginaba millones de formas y nuevos que hacer en mi nueva vivienda.

Acostumbrado a las normas de mi hogar, siempre he respetado inclusive hasta la disposición de las cosas, sus cantidades y porque no el cuidado de cuanto era razonable que debía durar una botella de jugo o una caja de chocolates.

No deje nunca de pensar que debía liberarme de aquel hogar dictatorial, donde había horario de llegada y donde los ruidos molestos no estaban permitidos.

Imagine mi futuro departamento... Allí donde mi vida comenzaría a transcurrir con éxitos.

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Claro que mi apartamento tiene que tener una buena vista, buenos espacios y una excelente distribución del mobiliario. No imaginaba tener que invitar una chica y que los espacios sean escasos o que ella no se sintiera a gusto donde haría que pasara uno de sus mejores momentos.


Si es por pasar buenos momentos, es obligatorio pensar en una buena barra de tragos y una cama. Todo aquel que piensa en un lugar acogedor y lindo, piensa en esto último. Por esto pasaban por mi cabeza imágenes como la siguiente...





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Claro que aún no dispongo de un coche para aparcarlo en mi cochera, pero siempre imagine a mis vecinos aparcando y viendo cuál de sus coches podrían gustarme y así pensar en pagar algún plan para conseguirlo a futuro.



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No veo muy lejos poder alcanzar alguno de ellos, es cuestión de trabajar un poco y aceptar algunas deudas, pero mi garaje no puede ser tan diferente a los vecinos que imagino tener.

Después de todo está permitido soñar, y lo que soñamos me dijeron que nada es imposible con lo cual me he permitido seguir imaginando y soñando... Gratis de momento.

Como estaba convencido que mi apartamento sería algo no muy grande, imagine que la pileta donde podría tomar algunos baños de agua fría debía ser compartida con el resto de quienes estaban en el vecindario, así es que me permití imaginar algo así...

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No veo nada malo en la imagen de mis sueños, era el lugar perfecto para que mis invitados pasaran buen momento y mis amigos quisieran venir a verme mucho más seguido de lo normal.

He decidido contar mi fracción de historia sobre lo que ha significado para mí irme a vivir solo, con todo lo que conlleva y lo que nos imaginamos antes, y lo que la realidad después nos muestra.

Sera un relato de diez partes, en las cuales iré contándoles desde la toma de la decisión en base a lo que me imagine.

Espero poder entretenerlos, y en la próxima entrega, la segunda parte de lo que imagine.

Al final de mi relato, enviare las similitudes de lo que imagine versus la realidad.

Abrazos amigos!!!