El Misterio

Hola muy buenas.
Todos tenemos miedos en nuestra mente subconsciente que surgen ante una situación inesperada o ante el desconocimiento de lo que ignoramos, porque hay quienes no saben, que no saben que no saben y hay otras mentes que no saben que sí saben, igual también la falta de información consciente, genera temor.
El misterio es como un imán que se refleja como un deseo y un miedo a saber. Son estas las razones más probables que nos motivan a leer y a vivir.
A lo largo de mi vida me he dado cuenta que existen dilemas y creencias limitantes en nuestro interior que forman laberintos mentales cuando tengo que tomar la decisión de si debo ir en busca del tesoro de mi Verdad Interior o dejarlo allá afuera quietesito en el misterio del ídolo de oro. Deduzco entonces que misterio es dejar algo escondido, oculto a los ojos de los extraños. Todos llevamos en nuestro interior misterios que sólo nosotros mismos debemos conocer.
A nivel externo también asociamos el misterio con la curiosidad, la incertidumbre y la revelación. ¡Qué descanso sentimos cuando desciframos el enigma, cuando averiguamos lo que nos inquietaba!
Una de las facultades mentales que participa en el enigma del misterio es la imaginación. Ella nos induce a obtener conocimiento, mismo que se debate entre la fe y la razón. Estudié en colegio católico durante 12 años seguidos y en el mismo colegio y pude vivenciar la imposición del dogma en ciertos temas sobre la razón y la comprobación científica. Me cuestionaba de niño el tema de Adán y Eva, sobre aquello de que si ellos fueron nuestros primeros padres, ¿por qué razón las escritura bíblica mencionaba que Caín fue marcado en la frente y arrojado del paraíso para que quienes habitaban fuera de este, no le asesinasen? ¿Había otra gente fuera del Paraíso aparte de nuestros PRIMEROS padres? También me era difícil entender el famoso misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, donde mi razón no encajaba muy bien y tenía que solucionar el enigma con el dogma y la fe ciega, o el otro misterio sobre Jesucristo quien afirmó que fue enviado por su Padre y yo me preguntaba ¿Cómo era la forma física de este Padre? Y otro misterio más, el de la virginidad sexual de María la madre der Jesús, el del pecado y así por el estilo, muchísimas inquietudes más. Pasó el tiempo y ahora con más criterio y luego de realizar bastantes indagaciones y cuestionamientos, he llegado a obtener mis propios mapas: el mental, el de conciencia y el espiritual sobre tales asuntos.
Al comienzo, que dolor de cabeza tener que diferenciar entre conceptos como: mito, leyenda, tabú, historia, cuento, escrito, creencia, ciencia, hito, etc., en temas como la vida, la muerte, la reencarnación, la verdad, la felicidad, la ovnilogía, la exopolítica, la exobiología, la astronomía, la astrología, la parapsicología, la emortalidad, la inmortalidad, la salvación, la responsabilidad, la culpa, la conspiración, entre otros.
Me enfocaba mucho más en las series de televisión que se hicieron de dominio público y que desarrollarían aún más mi imaginación como Zafiro y Acero, Dimensión Desconocida, Perdidos en el Espacio, Viaje al fondo del mar, Meteoro Submarino, Viaje a las estrellas, los actos de Magia, los shows sobre hipnosis y de poderes mentales, cursos y revistas sobre esta temática; todos ellos eran mis temas preferidos.
Pienso y esta es interpretación mía que “es preferible ser esclavo de mi propia voluntad de saber, de aclarar mi propio conocimiento interno para conocerme más y más y encontrar mi verdad, que ser una víctima del contenido externo de los temas sin vivenciar, sin experimentar”. Si por leyes universales o si por fuerza mayor me veo envuelto en la nube del misterio, al menos trato de contrarrestar los miedos haciendo inteligible la información y para aclararla me ayudo de la literatura, de los diccionarios y de datos archivados que actúan como medicina para la impaciencia de mi mente. Como escritor y con la literatura, puedo hacer que lo imaginativo se asocie con ciencia o con misterio, que lo infinito parezca finito y viceversa, que la vida semeje ser asombrosa, que la curiosidad se exalte y que la inteligencia intente explicar la naturaleza de las cosas.
De niño fui más sensible a los relatos, me gustaba que la gente nativa, los campesinos de los Llanos Orientales, los adultos, de noche, muy de noche sin luna llena, nos contasen historias de misterio y miedo; de esa forma estrechaba más mis lazos de amistad con mis amigas y amigos de mi edad: el misterio de la pata sola, de las luces que arriba en la montaña aparecían para llevarse a las personas malas, la serpiente que nadaba en el río y que si lograba llegar primero a la orilla antes que el humano, este moría, del cachirre o babilla que si te caías de la estrecha y tambaleante lancha, te tragaba, y así por el estilo; es que de niño uno es como masoquista, pero el misterio, debía estar en primera fila y no importaba si se tenía hambre, mucha hambre.
¿Qué sería aquel objeto que vi venir de noche como una estrella fugaz en el cielo y que de un momento a otro descendió y pasó por debajo de las nubes haciendo la figura del número ocho o del infinito y de nuevo retomó su altura, continuó su curso como si fuesa un meteorito? ¿Qué misterio se formó en aquel momento en mi mente y que luego de nueve años empecé a desentrañar? Ese día me cuestioné acerca de si nuestro destino depende del Universo, de las estrellas, de los dioses, de la madre naturaleza, de nuestro cerebro y sus pensamientos, de las emociones, sensaciones, de las leyes universales sobre nuestro libre albedrío o de nuestra capacidad para tomar decisiones. Es que el misterio sucede a cualquiera y a cualquier edad. ¿Qué sería de la vida sin lo paranormal y sin el misterio?
Alguien dijo: Todos llevamos perlas y diamantes en nuestro atado, pero desatar el nudo no sabemos, por lo tanto, somos pordioseros.
Por lo anterior es que voy a compartir por Steemit y con mucho gusto, mis escritos de lo paranormal y lo misterioso para ustedes. Hasta otro “entonces” apreciados Steemitas.