Hay días que empiezan algo extraños, divagando entre pensamientos fuera del presente que se esta viviendo. Te preguntas que hubiera pasado si hubieras tomado otra decisión en un momento determinado... añorando momentos pasados en que te sentías totalmente feliz y sin ningún tipo de preocupación aparente. 

                                   

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Este tipo de momentos son más abundantes en las noches, con o sin compañía. Aunque suene cliché, en aquellos días lluviosos en los cuales, sino tienes la mente ocupada esos pensamientos te invaden y apoderan de tu mente.

Sueles extrañar a alguien que amaste con todo tu corazón, que quisiste profundamente pero actualmente ya no forma parte de tu vida, o sencillamente ya no esta físicamente.

Mientras más solo se esta, más tiempo se tiene para que la mente en un bajo estado de ánimo te abrume de pensamientos de añoranzas y algunas veces tristeza. Es algo que no se puede controlar o de cierta manera así lo veo yo. 

La nostalgia la veo como un baúl que esta lleno de recuerdos en los cuales fuimos felices en algún determinado momento de nuestro pasado.