Mes al Sagrado Corazón de Jesús - día 28

in #spanish7 years ago (edited)

Nuevo Mes al Sagrado Corazón de Jesús

#mesjunio-corazondejesus

Vigésimo octavo año de la vida de Jesús

La oración que puede rezarse con utilidad todos los días antes y después de la meditación se presenta ahora en este otro link.

Padecimientos y felicidad del Corazón de Jesús

1. Como teníamos necesidad de aprender a sufrir, el mismo Salvador quiso enseñarnos esta lección tan importante. Para aprender mejor, imaginemos su divino Corazón, tal cual le mostró a la V. Margarita de Alacoque cercado de espinas y con una cruz representando los padecimientos que sufrió en todos los instantes de su vida.

2.Dulcísimo Salvador mío: concededme la gracia de seguiros en el camino de los trabajos, para poder seguiros también en el de la gloria.

I. Gravedad de las penas de Jesús

Así como Jesús fue toda su vida Salvador, así también padeció toda su vida. Nos equivocaríamos si pensásemos que sus tormentos se limitaron a la época de su pasión: para Él, el martirio inició desde el seno y terminó hasta la cruz. Por esto el Profeta no creyó poderle representar mejor, que llamándole Varón de dolores. Oigamos sus palabras: Lo vimos, dice, despreciado, y el desecho de los hombres, varón de dolores, y que sabe lo que es padecer (Is. LIII). Y no fueron solamente las privaciones e incomodidades, que nacen ordinariamente de la indigencia, y de una condición humilde y laboriosa, las que afligieron su Corazón: todo esto no fue sino una pequeña parte de los padecimientos de Jesu-Christo. Él tomó sobre sí todas las penas, porque se había cargado de todos nuestros pecados: quiso pagar todas las deudas, pues de todas había salido fiador. Verdaderamente, dice el Profeta, Él tomó sobre sí nuestras dolencias, y cargó con nuestras penalidades; y nosotros le reputamos como un leproso, y como un hombre herido de la mano de Dios y humillado. La vida de Jesús, fue toda una larga cadena de padecimientos, sin verse interrumpida por un solo instante. De este modo, fue como por una parte cumplió con la ley de la expiación, y por otra santificó por su medio nuestras penas, comunicándoles el mérito que las hace provechosas para nosotros y agradables a Dios. A esto alude el mismo Profeta, cuando dice: Sus heridas nos han dado la salud (salvación).

Del Corazón de Jesús padeciendo salen todas las gracias que santifican los padecimientos. Del Corazón de Jesús, ¡oh mártires gloriosos! sacaron ustedes el heroísmo de su fortaleza. En la escuela del sagrado Corazón de Jesús ¡oh generosos apóstoles, confesores santos, y vírgenes puras! aprendieron ustedes a sacrificarse, porque de allí provienen la fuerza, el amor y la paciencia. Quiso también Jesu-Christo por medio de sus continuos padecimientos, dulcificar* los que a nosotros nos aquejan, mostrándonos con su ejemplo la necesidad de padecer, a fin de animarnos a la paciencia; quiso por medio de la gracia, que con su pasión nos ha merecido, fortalecer nuestra flaqueza, predisponiéndola a. sobrellevar los rigores de la cruz; quiso en fin, ennoblecer y divinizar en cierto modo nuestras penas, comunicándolas el mérito de las suyas.

Oh ustedes, los que padecéis: enfermos, afligidos, tentados, víctimas del infortunio, quien quiera que sean, vengan, contemplem y tengan confianza; miren y consuélense (Is. 38); vengan y regocíjense (Luc. VI); contemplen y gloríense en la cruz de Nuestro Señor Jesu-Christo (Gal. VI). A vista del Corazón de Jesús quebrantado de dolor no rehúsen padecer: sufran un poco por aquel que tanto sufran por el amor que le tienen.

II. Su incomparable felicidad

Se comprende que la cruz atemorice, y que el espectáculo de un Dios que padece, espante. Pero no hay qué temer: El Corazón de Jesús fue feliz en medio de sus penas y amarguras. Tres cosas, en efecto, le consolaban y le hacían dichoso: La primera fue el pensar en la gloria que de su sacrificio resultaba a Dios. Por numerosos, por enormes que hayan sido y sean los pecados del mundo, Jesu-Christo da a su Padre con su sacrificio más gloria de la que le pueden negar los pecadores. Si de un lado veo hombres que cometen ofensas, de otro veo a un Dios que da honra, reparación y amor de un precio y valor infinito. ¿Quién podrá expresar la fuerza con que este motivo obró sobre el Corazón de Jesús?

La otra cosa que le consuela en medio de sus dolores, es el fruto que han de producir estos en benefició de los hombres a quienes ha adoptado por hermanos; y de los cuales, un gran número disfrutará eternamente de los efectos de la redención, gozando de la bienaventuranza que los padecimientos de Jesu-Christo les habrán proporcionado. ¡Oh! ¡Cuán poderoso es para su corazón este motivo, y cuán dulce para Él, pensar en la gran muchedumbre de desventurados pecadores que se librarán por su medio, de las penas y tormentos eternos que les estaban reservados, y serán introducidos en el Cielo.

Finalmente, lo que sirve de consuelo al Corazón de Jesús, es la perspectiva de la gloria que le aseguran sus padecimientos. "Si diere la vida por los pecadores", dice el Espíritu Santo, "verá una larga descendencia. Gozará el fruto de los afanes de su alma y quedará saciado. Él justificará a muchos con su doctrina, y cargará sobre sí los pecados de ellos; por tanto le daré en herencia una gran muchedumbre de naciones, y repartirá los despojos de los fuertes" (Is. LIII).

Oh ustedes que se dejan intimidar por los rigores de la cruz, ¿han llegado a comprender las ventajas que producen para Dios, para las almas, y para ustedes? ¡Ah!, las penas de esta vida, dice san Pablo, no pueden compararse con la gloria que nos aguarda.

Si amas a Dios, si amas a tus hermanos, si te amas a ti mismo, no temerás los padecimientos que tan útiles son para las almas y tanta gloria dan a Dios; porque donde hay amor, no hay pena, o a lo menos la pena se hace dulce (S. Ag.). El Corazón de Jesús que te enseña a padecer, te enseñará asimismo a amar los padecimientos. Examina en que cosas hallas mas repugnancia, y considerando cuan pequeños son los sacrificios que Dios te pide, recibe generosamente la cruz de su mano paternal.

Lectura espiritual

Imitación de Cristo, libro III, capítulos 48 y 53. Disponible en este link.






Créditos:
Sagrado Corazón, según lo describió Santa Margarita.***Texto: Nuevo Mes del Sagrado Corazón de Jesús o las principales virtudes de este adorable corazón, consideradas en treinta y tres meditaciones correspondientes a los treinta y tres años de la vida del Divino Salvador. Traducido libremente de la obra del P. Gautrelet, de la Compañía de Jesús (con menores adaptaciones).

Coin Marketplace

STEEM 0.30
TRX 0.12
JST 0.032
BTC 60693.34
ETH 3032.06
USDT 1.00
SBD 3.81