Las alas nunca duermen

fuente

Aunque la mariposa dormita
soñando sobre la oliente flor,
soñando que es un hombre
que sueña dentro de un sueño
con una mariposa en su interior;
las alas nunca duermen
porque el fruto de su orgullo
está siempre más allá.

En la sustancia del éter,
en lo impalpable que se estremece,
en la atmósfera inconstante,
en el sueño que se mueve,
en lo quimérico, en lo inalcanzable,
como una mariposa que navega
con sus alas por las flores,
como un hombre que sueña
con los pies en los caminos,
en los sueños se traslada,
incitando siempre otros sueños,
el puro néctar de la libertad.