Café con aroma a ti.

Hoy recuerdo tus besos, tu forma de tocarme y tu aroma tan placentero. Hoy mis ojos no perciben más que esos labios dulces y cautivadores que me derretían con solo una palabra. No hay manera de olvidarme de esa piel que rozaba con la mía cuando entrábamos en contacto sexual. ¡Qué extraño es el amor! Y que extraño es querer un amor imposible. ¡Te deseo! Te deseo a ti, a tu excitante voz que me seducía y extremecía, a tus manos que podían jugar conmigo como un rompecabezas al que armabas a tu antojo. Deseo volver y que vuelvas, deseo volar pero volar contigo como aquellas noches de pasión cuando un cuarto de hotel se convertía en nuestro paraíso, nuestro cielo y nuestro infierno al mismo tiempo. Que vuelvas a ser mi invierno y mi verano, mi oscuridad y mi Luz. Ven y envuelve mi piel de ti, ven y dime que me quieres, ven y no te vayas nunca más.