Mitología Griega Vol. 2 - La Edad Dorada

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  ¡Saludos, guerreros de Ares y cazadoras de Artemisa!

  Dionisio me hizo una visita anoche. No podrán creer lo que sucedió después… ¡Bebimos vino juntos! No sólo pude beber con un dios sino que se me dio la oportunidad de probar el sabroso elixir proveniente de los mismos salones del Monte Olimpo ¡Pero no sientan envidia, hermanos y hermanas! Como obsequio se me fue otorgada una jarra para compartirla con ustedes, ¡siéntanse afortunados!

  ¡Traigan las copas!

  Ya conocen el origen de Todo según la mitología griega. Ante la existencia de la nada Gea se formó, y dio a luz a varios hijos, entre ellos Urano, el Cielo. La unión entre ellos trajo a la creación a las fuerzas más poderosas de la naturaleza. Entre estos estuvieron los doce Titanes.

 

Gea y sus Hijos

  Urano, muy fuerte e imponente, era también temeroso y paranoico, temía que sus hijos, al ser tan poderosos, pudieran destronarlo en algún momento. Dejándose llevar por ese miedo, obligó a Gea a mantener a todos sus hijos dentro de su vientre, cada vez que ellos querían nacer, Urano los forzaba a regresar a las entrañas de su madre. 

  Gea sufría, vivía en constante dolor al tener que cargar siempre con sus hijos de esa manera. Esto la llevó a odiar a Urano, ella era después de todo la Tierra misma, no era prisionera de nadie. Por lo que un día, a espaldas de Urano, forjó una hoz de reluciente hoja y afilados dientes. 

  La madre acudió a sus hijos, les pidió su ayuda pues ella sola no podía contra el Cielo, temerosos por esa misma razón ninguno de ellos respondió al llamado…excepto por uno. Cronos, el astuto y de mente retorcida, señor del tiempo y futuro rey de los Titanes, al no poseer ningún tipo de amor por su padre, aceptó el regalo de su madre. Gea estaba feliz, y seguido armó la artimaña. 

  Una noche, sin que sospechara nada, Urano se acostó junto a Gea, buscando poder satisfacer sus divinos deseos. Tomando la distracción de su padre como ventaja, ¡Cronos salió! Y con ayuda de los Cíclopes y los Hecatonquiros sometió a su padre. Con su mano izquierda sostuvo los genitales de Urano, con la derecha alzó la hoz, y de un solo movimiento, ¡el hijo castró al padre!

 

Castración de Urano

  Los genitales de Urano fueron lanzados al espacio. Sin embargo, Gea recolectó aquellas gotas de sangre que salpicaron en ella. Con esta, la Gran Madre dio forma a una nueva generación de hijos, los Gigantes, algunos los describen como seres monstruosos, temibles e indomables, con cola de dragón, mientras que otros le dan forma de seres humanoides con serpientes en lugar de piernas. No me pregunten como eran realmente, ¡no tuve la fortuna de ver alguno!

  Estos no fueron los únicos seres que crearon los miembros cercenados de Urano. Se cuenta que de ellos salía una espesa espuma y que de esta, emergió una diosa de belleza inexplicable y encanto irresistible, si los mismos dioses sucumbían ante ella, ¿Qué quedaba para nosotros los mortales? Afrodita fue llamada, a cambio de sonrisas, engaños, amor y dulce placer, compartía intimidad con mortales y dioses.

Nacimiento de Afrodita

  Con Urano derrotado, Cronos se proclamó a si mismo rey de los Titanes ¡La edad dorada comenzó! 

  Como recompensa por ayudarlo, el vil Cronos encerró nuevamente a los Hecatonquiros y a los Cíclopes en las entrañas del Tártaro. 

  Ya libres, ¡los Titanes se juntaron con sus hermanos y hermanas!, dando origen a una segunda generación, algunos de los hijos fueron: Helios, el sol, Selene, la luna, Leto, futura madre de Apolo y Artemisa, Eos, la aurora. Entre estos estuvieron también dos que se hicieron muy famosos: Atlas, cuyo eterno castigo sería sostener los cimientos del cielo sobre la tierra, y Prometeo, amigo de los mortales y ladrón del fuego que fue entregado a los hombres. 

  Pero, la unión más importante sería la de Cronos y Rea, reyes de los mismos dioses, esta traería consigo una ¡nueva era! Sus hijos fueron: Hestia, diosa del hogar, Deméter, diosa de la agricultura, Hera, diosa del matrimonio y la fidelidad, reina del Olimpo. También estuvieron, Hades, dios y señor del inframundo, Poseidón, dios de los océanos, y el menor de los seis, Zeus, dios del rayo y amo de los cielos, futuro rey de los olímpicos. 

Zeus, Poseidón y Hades 

  Cronos, señor del tiempo, aun siendo tan poderoso y astuto, temía sufrir el mismo destino que su padre, ¡ser derrocado por sus propios hijos!, algunos dicen que este pensamiento fue plantado en su cabeza por un profeta, otros especulan que la misma Gea le susurró estas ideas al oído.

  De esta forma, el titán de mente retorcida, ideó una solución para su problema…

  Hermanos y hermanas, ¡la jarra de vino ha terminado!, mi boca está seca ya al contarles esta historia con tanto furor. La siguiente parte será a más emocionante hasta ahora. La era de los titanes fue gloriosa para la humanidad, pero el momento llegó de que los dioses tomen su lugar… ¡la Titanomaquia se desatará!

  ¡Preparen los caballos y alcen los escudos!