LA UNIVERSIDAD DE LA POSTMODERNIDAD
Consideración inicial.
La Minería es la explotación y extracción de minerales, en un sentido muy general. La palabra mina viene del francés "mine" y esta podría venir del celta mein (oro). Por lo general se refiere a un lugar donde se excavan metales u otras materias primas de gran valor. En el caso de la “Minería de Liderazgo”, es un término empleado para referirnos a la identificación y valoración de potenciales “minas de capacidades mentales” en colectivos humanos en interacción, con características y necesidades de formación, entrenamiento o información para alcanzar niveles organizativos y de alto desempeño instrumental para emprender cualquier tipo de empresa que incline su atención, y en el marco de un proceso de optimización natural.
Por lo tanto, concibo la Universidad como un ámbito para el liderazgo emprendedor y no para producir empleados, donde los discípulos concluyen sus estudios con proyectos de factibilidad y no con proyectos de investigación que se quedan como nutrientes de estantes en las bibliotecas universitarias. No es una Universidad centrada en lo económico, sino en lo ampliamente sectorial, de hecho se nuclea alrededor del proyecto de vida de cada estudiante con deseos de liberación, soslayando al mismo tiempo cualquier tendencia a la subordinación o al sometimiento de una nueva forma de esclavitud (el esclavo profesional) que se ha enraizado en la modernidad con la pretendida “superación” mediante la mercantilización de su esfuerzo personal.
Me gustaría mis estimados camaradas hacerles leer una propuesta de trabajo de investigación que propuse al Congreso del CIRIEC en España en el año 2014, me pidieron exponerla, y lamentablemente, por falta de recursos, no pude concretar; sólo debo advertirles que en esa oportunidad el Congreso giraba en torno a la Economía Social, sin embargo, rescatando los propósitos de fondo, esta es perfectamente aplicable a cualquier sector de la vida humana que queramos abordar. Esta fue lo propuesto:
UN SIMULADOR EXPERIMENTAL PARA LA FORMACIÓN DE ACTORES
SOCIALES EN ECONOMÍA SOCIAL
Elaborado por: Ernesto R. Tenorio
El abordaje educativo en la economía social es un aspecto que poco a variado o evolucionado, a pesar del avance que, en otras áreas del funcionamiento de las organizaciones de la economía social (OES), se ha producido y orientado dentro del funcionamiento de dichas entidades. En muchos casos son desbordadas por el conjunto de innovaciones, técnicas y sistemas que hoy proponen mejor eficiencia en el desempeño económico de sus respectivas cadenas de suministros.
La educación en la economía social se ha posicionado como un planteamiento de acción popular, como un mero intercambio de experiencias (un poco más sistematizadas tal vez) en escenarios mayormente de encuentro entre voceros, líderes o representantes, los cuales transmiten sensibilidades muy particulares derivadas de sus actuaciones al frente de las OES(s). A partir de allí se construyen mentalmente e importan soluciones para contextos nada parecidos, provocando continuos altibajos en la gestión de estas organizaciones.
Las OES(s) se han planteado finalidades sociales y económicos, sin embargo, lo social se ha impregnado de una cultura del asistencialismo y de la filantropía, despojándola tácitamente, de la condición política que da razón a su existencia, la parte constituyente del hecho democrático que le es inherente. Y en ello ha sido responsable en parte una acción formativa que se inclina a un elemento de su sectorialidad que centra más su atención.
Se hace imperativo deconstruir el planteamiento educativo tradicional y posicionarlo en otro nivel de complejidad, agregándole otras estipulaciones que permitan emerger contundente otra idoneidad en los niveles de organización social y económica de las OES(s). Reconfigurar la tarea educativa nos plantea algunos retos interesantes. ¿Se puede seguir formando a los actores sociales en la gestión de unidades económicas desvinculadas de las necesidades del mercado? ¿Puede brindar superación una actividad educativa que en si misma se desvaloriza frente a la innovación tecnológica? ¿Pueden las ONS(s) seguir sujetando su devenir a un proceso de planificación inconsistente, centralizado y poco motivador?
La acción educativa para la economía social requiere de condiciones reales, un mercado real, una organización real en un ambiente de verdaderas realidades, con una programática fundamentada en relaciones dialécticas claras. Requiere blindar las decisiones estratégicas con el soporte técnico-ideológico indispensable para el éxito, que pueda brindar en forma permanente un mecanismo de discusión y elaboración de gestión colectiva congruente con los propósitos no sólo socioeconómicos sino también políticos.
La cultura del poder y del poseer obran en contrario a la economía social, tutelan su desarrollo para controlarla, asfixia su gestión económica y financiera y, aíslan la voluntad de aquellos actores que la invocan como vía posible, eficiente y coherente para el desarrollo local; por tanto, la respuesta sólida a esta sustantividad es la procura de un propósito formativo superior. De allí que se proponga “Un simulador experimental para la formación de actores sociales en economía social”.
Este mecanismo en teoría, tal como lo señalan (Peña y Alemán (n.d.):
Son objetos de aprendizaje que mediante un programa de software, intentan modelar parte de una réplica de los fenómenos de la realidad y su propósito es que el usuario construya conocimiento a partir del trabajo exploratorio, la inferencia y el aprendizaje por descubrimiento. Pro.1
Al mismo tiempo constituye un escenario ideal para socializar y profundizar el Método de Caso (Mdc), por ejemplo, como una técnica de aprendizaje basada, según Asopa y Beve (2001): “…en la participación activa, cooperativa y en el diálogo democrático de los estudiantes sobre una situación real” p.4. Estos mismos autores enfatizan que:
En esta definición se destacan tres dimensiones fundamentales dentro del MdC: 1) la importancia de que los alumnos asuman un papel activo en el estudio del caso, 2) que estén dispuestos a cooperar con sus compañeros y 3) que el diálogo sea la base imprescindible para llegar a consensos y toma de decisiones conjuntas. p.4
En nuestro caso, se modelaría no sólo con parte de esas técnicas, sino con cuatro elementos adicionales claves:
1.- La determinación de un territorio para la activación socioeconómica. Definiendo los límites físicos naturales de un exclusivo mercado-escuela.
2.- La elaboración previa de un diagnóstico participativo vinculante de la comunidad que se ubica en dicho territorio, al mismo tiempo que se identifica la organización vecinal y la programática gubernamental radicada en la jurisdicción seleccionada. Ello nos facilitaría una base de datos útil, completa y oportuna de la realidad social, económica y ambiental de lo que ahora será nuestro ámbito educativo.
3.- La elaboración previa de una “Agenda de Transferencia”, generada a raíz de las dificultades frecuentes de gestión gerencial, administrativa y operativa con las cuales se enfrentan a diario los voceros de la economía social. Nos conducirá a la producción de conocimientos para la mejor práctica económica y política; sumada al diagnóstico preconfigurará un proceso de planificación más alineado con los intereses de desarrollo de las OES(s) al constituirse en insumos principales de esta labor.
4.- La conformación de un laboratorio de gestión educativa que sirva como monitor y de evaluador del aprendizaje, en el marco de un debate abierto, colectivo y directo de sus resultados con los usuarios de la formación.
Esto comportaría la construcción e instalación de una Unidad Económica física real, que dicha entidad se encuentre en pleno funcionamiento, dotada de los instrumentos mínimos para la formación plena, y que el cuerpo docente sea ya, parte vital de su operación. Con esta última condición se sellaría la nueva estrategia de formación y se cerraría la adición de componentes de una educación sistémica.
La propuesta.
En resumen, se propone la formación abierta a cualquier emprendedor, se le confiere un ámbito territorial donde formase, una filosofía de asistencia educativa basada en la Planificación Ascendente, que ha definido Tenorio (2013) como: “…un proceso técnico-político orientado a satisfacer necesidades colectivas trascendentes a corto, mediano y largo plazo mediante acciones predeterminadas de autoreconocimiento de capacidades, identificación del territorio de ejecución, conocimiento de la organización comunitaria y de la programática gubernamental" . Una actividad real donde desempeñarse al mismo tiempo, y que la evaluación sea “In situ”, no por individualidades sino por un panel de personas acreditadas por su experiencia.
Sé por experiencia de vida que promover una Universidad es altamente difícil y compleja debido a la dosis de voluntad política necesaria para su constitución formal, sin embargo, no descarto su emprendimiento, de hecho estoy de acuerdo en explorar vías y caminos para llegar a ella, y en dicho tránsito conocer las experiencias de personas cercanas a estos proyectos educativos formales. Por ello propongo invertir esfuerzos en una estrategia de doble modalidad de operación, para no descuidar la materialización de la formación y por el contrario esta sirva de soporte o antecedente a una potencial expansión hacia una “Universidad del Liderazgo Emprendedor (ULIDEM)”.
Por ello mencioné la preconfiguración de un Bloque Inicial de Formación (BIF) para el Liderazgo Emprendedor integrado por tres componentes esenciales:
1.- Abordaje del Liderazgo Emprendedor. El estudio y revisión de la trípode: TERRITORIO, GOBIERNO COMUNAL Y PROGRAMÁTICA GUBERNAMENTAL. Su definición tradicional, su nueva cualificación semántica, propósitos, relaciones, metodología de trabajo, fases, estrategias de construcción y agendas de acción.
2.- Actitudes y condiciones del Liderazgo Emprendedor. Perfil psicológico, Competencias, estrategias de atención de limitaciones y de compromisos mentales. Dinámicas de trabajo, Motivación al Logro, etc.
3.- Activación del Desarrollo Emprendedor. Experticia sugerida, pre-inteligencia, simulación social, planificación ascendente, administración y dominio sociopolítico. Proyecto de factibilidad.
Inicialmente operaría como una Cátedra permanente de actividad formativa, con un soporte institucional privado, operado por un Equipo de Lideres Emprendedores conocidos de amplia experiencia, y con soporte tecnológico de última generación. Los tres módulos deben ser desarrollados siguiendo el esquema de conceptual de los denominados Programas Nacionales de Formación PNF , pero con nuestra filosofía. Las características de los Programas Nacionales de Formación , son las siguientes:
La Formación Humanista como aspecto vital para la formación integral del estudiante, sustentada en la intervinculación de contenidos y experiencias dirigidas al ejercicio de la ciudadanía democrática, la solidaridad, la construcción colectiva y la acción profesional transformadora con responsabilidad ética y perspectiva sustentable.
La vinculación con las comunidades y el ejercicio profesional a lo largo de todo el trayecto formativo; el abordaje de la complejidad de los problemas en contextos reales con la participación de actrices y actores diversos; la consideración de la multidimensionalidad de los temas y problemas de estudio; así como el trabajo en equipos interdisciplinarios y el desarrollo de visiones de conjunto, actualizadas y orgánicas de los campos de estudio, en perspectiva histórica, apoyadas en soportes epistemológicos coherentes y críticamente fundados.
La conformación de los ambientes educativos como espacios comunicacionales abiertos, caracterizados por la libre expresión y el debate de las ideas, el respeto y la valoración de la diversidad, la multiplicidad de fuentes de información, la integración de todas y todos los participantes en la producción del conocimiento y la reivindicación de la reflexión como elementos indispensables para la formación, asociados a ambientes de formación y prácticas educativas ligados a las necesidades y características de las distintas localidades que propicien el vínculo con la vida social y productiva.
La participación activa y comprometida de los estudiantes en los procesos de creación intelectual y vinculación social, relacionados con investigaciones e innovaciones educativas vinculadas con el perfil de desempeño profesional y conducentes a la solución de los problemas del entorno, en consideración de sus dimensiones, éticas, políticas, culturales, sociales, económicas, técnicas y científicas, garantizando la independencia cognoscitiva y la creatividad de los estudiantes.
Modalidades curriculares flexibles, adaptadas a las distintas necesidades educativas, a las diferentes disponibilidades de tiempo para el estudio, a los recursos disponibles, a las características de cada municipio y al empleo de métodos de enseñanza que activen los modos de actuación del futuro profesional.
El empleo de sistemas de evaluación pertinentes que permitan el control de la calidad del proceso y del impacto social.
La promoción y el reconocimiento de experiencias formativas en distintos ámbitos.
Sigue la siguiente estructura:
• Presentación del Programa Nacional de Formación
• Objetivos del Programa Nacional de Formación
• Justificación
• Perfil del Egresado
• Malla Curricular del Programa Nacional de Formación
En este sentido, debemos desarrollar el BIF mediante una estructura parecida en lo general, en lo específico por cada Modulo, determinar una malla curricular, y cada cátedra deberá ser desarrollada hasta llegar a su Plan de Actividades, tal como se concibe la educación en Venezuela. De allí la importancia de conformar Equipos de Trabajo, pues es una tarea que demanda mucho tiempo y técnica. Estos Equipos deben incorporarse entendiendo nuestro propósito esencial:
Facilitar un ámbito de respeto para el ingreso y la coexistencia del pensamiento diverso, complejo y trascendente, como fundamento para la identificación y formación del liderazgo requerido por nuestra sociedad para la optimización de procesos de sustentabilidad sociopolítica y socioeconómica que le son inherentes.
Por eso nominé esta búsqueda como la “Minería de Liderazgo”. Pero no de cualquier liderazgo, sino de aquel que tiene valor y honor.