Mi mundo de pronto se volvió gris
Cuando las madres tomamos por primera vez a nuestros hijos y lo cobijamos en nuestro pecho, sentimos una explosión de emociones, fluyen sentimientos jamás vividos y la mente se expande; es como si viviéramos un despertar ante el mundo, nos convertimos en mujer plenamente.
En ese momento tan sublime, hermoso, en donde lo que existe alrededor deja de percibirse, es cuando juramos proteger a este ángel que Dios ha enviado para llenar de alegrías los días y las noches creando un vínculo indestructible para toda la vida.
Juramos amor eterno, incondicional y sublime, prometemos jamás abandonarlos, resguardarlos en todo momento, cuidarlos, mimarlos prometiendo hacer de ellos mejor persona de lo que hemos sido nosotras. Estos sentimientos los compartimos la inmensa mayoría de las madres cuando traemos nuestros hijos al mundo.
Jamás por nuestra mente pasa que este bebé que en ese momento depende de los cuidados que le demos pueda algún día levantar sus alas y volar, volar tan alto como sus ánimos le permitan, y es que creemos que aunque crezcan y tengan una vida formada podremos tener sus brazos alrededor de nuestros cuellos las veces que queramos, experimentar ese amor tan mágico que transmiten cuando nos regalan una sonrisa, cuando alegran la casa con sus carcajadas, cuando agradecen y alagan hasta la comida más sencilla que les preparamos, eso no tiene comparación, es un amor definitivamente no terrenal.Hace más de tres días que mi hija me dio la noticia que temía escuchar, la que no pude evadir por mucho tiempo, me comunicó que se va del país pues su esposo la reclama desde donde está, siempre supe que sería muy doloroso pero nunca imaginé que se sentiría como un puñal en el pecho que se remueve profundizándose aun mas cada vez que recuerdo que tiene que partir.
Desde ese día no he conciliado sueño, mi apetito ha reducido porque siento de todo menos mariposas en el estomago, siento que ando como zombi sumergida en mis pensamientos y tristeza, mis sentimientos están a flor de piel, es un constante sufrir, llorar es mi única forma de desahogo, llorar y llorar sin que alguno me diga que no debo hacerlo, porque además están los que piensan que vivir este momento es fácil y te aconsejan con tranquilidad que no llore que vea este viaje de mi hija como una oportunidad para mejorar su calidad de vida…y aunque sé que es así, es inevitable sentir tal desesperación.
No tengo derecho a pedirle a mi hija que no se vaya, eso lo tengo muy claro, sé que los hijos son prestados como dice mi abuela, que nuestra función es criarlos, encaminándolos hacia un futuro donde el mismo pueda tomar decisiones que consideren pertinentes para su vida, que ellos deben alzar sus alas y volar tan alto como le hemos enseñado, viendo el horizonte sin apartar la mirada de él porque es allí mismo donde se encuentra su futuro. En este caso el bienestar de mi hija y mi nieta se encuentra a miles de kilómetros de distancia, que difícil es aceptarlo, muy difícil.
No me atrevo a pedirle que no se marche, porque sería egoísta de mi parte, ella necesita reunir su hogar, mi amada bebita, mi nietecita necesita del amor de su padre y él abrazar a su hija para protegerla como siempre ha querido desde que nació. Las circunstancias se lo han impedido por meses y ya siente que es hora de reunificar a su familia, eso lo llevo muy claro, pero a veces me pregunto ¿quién me entiende a mí? ¿Quien entiende tal angustia?
Estos días han sido una montaña rusa de emociones donde predomina la tristeza ligada a la rabia, pensar que por culpa de un Tirano millones de hijos, esposos, padres y madres tengan que marcharse del país dejando mayor parte de su vida atrás, corazones rotos y brazos extendidos a la espera de su pronto regreso. Ahora más que nunca elevo mis oraciones para que caiga quien tenga que caer, mi país resurja, pido a Dios que si lo puede hacer en menos de un mes que lo haga, que sea pronto, quizás de esta manera mi hija y los miles de hijos venezolanos que planifican irse puedan detener sus planes y continúen su vida en Venezuela.
Vaya que gran historia, sabes mi madre siempre dice que los hijos somos de la vida y que los padres solo están para brindarnos amor y apoyo... Pero que cuando toca dejar ir lo deben hacer, saludos
Tu madre es sabia @jorge.neverlone, y estoy de acuerdo con ella sabes, esto es un proceso al que debo adaptarme aunque implique sufrimiento. El apoyo a las decisiones de mi hija antes que todo, saludos amigo.
Lo siento mucho, han sido tiempos difíciles para todos los venezolanos, he visto muchos de mis amigos y familiares salir del país. Espero se puedan volver a ver pronto de la mejor manera, un abrazo.
Gracias, si...es un sentimiento colectivo, son muchos los hogares que tienen familiares fuera del país, son muchas las madres que lloran a diario la ausencia de sus hijos. Que terrible realidad la que vivimos :(
Que triste, pero respire por un momento, pídale a Dios que le de las herramientas necesarias, para poder sobre llevar ese cambio. Vera como luego todo tiene sentido, por algo Dios hace las cosas, es como dicen las abuelas
Así que tranquilícese, recuerde que como madres somos como los súper héroes no nos podemos enfermar, por salud, medite, respire.
Que seguro Dios le tiene preparado algo bueno.
Me gusto mucho su post
Amen mi niña, se que es así pero es inevitable sentir esta angustia, gracias por tus bellas palabras.
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Gracias @orincones! Excelente el apoyo, besos
Que historia tan bonita y dolorosa. Entiendo completamente por lo que está pasando, ultimamente me he enterado de los planes de varios de mis familiares y todos son los mimos... Y el dolor y el sentimiento de saber que uno debe continuar aquí por los diversos motivos, que no se sabe si los volveremos a ver... Mucha fuerza señora, hay que tener esperanza en que algún día esos buenos momentos regresarán.
Solo la esperanza me mantiene con optimismo, poco a poco mis ánimos suben...por ahora me enfoco en apoyar los planes de mi hija. Muchas gracias por tus palabras @adrianaysm
Que linda, de verdad ser madre es un reto y es algo unico.
Es único y especial, los sentimientos que experimentamos son incomparables y el amor es inmenso..mcuhas gracias por leer mi post, un fuerte abrazo.
Que lindaa, saludos.