En el transcurso de nuestras vidas nos enfrentamos a esa eterna paradoja, cuando somos niños iniciamos esa carrera vertiginosa hacia la adultez, luego añoramos volver a esa etapa inocente y fantástica de la que pensamos salimos demasiado rápido. Nuestros mejores recuerdos siempre apuntan a nuestra niñez......Picasso decía que a sus cinco años pintaba con el talento de los grandes artistas, pintaba como Velazquez....Luego, en su madurez artística pintaba como un niño de cinco años. Saludos