DE CÓMO FUI A SANTA FE Y ME CAÍ
DE CÓMO FUI A SANTA FE Y ME CAÍ
Santa fe es como cualquier pueblo oriental de Venezuela y especialmente de esta Venezuela del siglo XXI. Tiene dos calles, una plaza, un mercado y muchos buhoneros. Al llegar nos dirigimos directamente al mercado a buscar provisiones. Me llamó mucho la atención la cantidad de productos “regulados” que ofrecían en casi todas las esquinas del pueblo. Desde azúcar, leche, harina, mantequilla, hasta mayonesa, detergentes, jabones y productos de higiene. Todos con un precio también de siglo XXI. Cuando salimos de Santa Fe rumbo a la casita, esta queda a las afueras del pueblo, encontramos otra vez una cantidad de puesticos en mitad de la carretera que también ofrecían productos a la venta. Como estamos en época de mango, era lo que más había, pero también vimos castañas, casabe, pulpas, turrones, naiboas, entre otros. Todo en efectivo.
Al llegar a la casa de playa, después de dejar las cosas, nos arreglamos para empezar a disfrutar el mar que estaba serenito y frío. Como la playa que está cerca de la casa es un poco honda (bastante) y algunos no sabíamos nadar, decidimos ir a una playita que quedaba cerca y que normalmente está solita. Para llegar al lugar deseado, teníamos dos opciones: una que era lejos y fácil, la otra cerca pero un pelín difícil. Nosotros, que tenemos espíritu aventurero, decimos ésta última. La idea era treparse en un paredón e ir caminando poco a poco, agarrados de algunas ventanas y cabillas, hasta llegar al final de la pared y allí saltar hasta las piedras. Realmente nuestro espíritu se llenó de energía e hicimos el recorrido como si hubiésemos estado acostumbrados a montar matas y paredes. Valió la pena: la playa estaba deliciosa.
En la tarde, luego de cotorrear un montón y zambullirnos una y otra vez en el mar, descubrimos que el hambre ya hacía ruido en los estómagos y la sed de cervezas nos llamaba, así que decidimos regresar a la casa. Obviamente lo hicimos por donde nos habíamos ido. El detalle es que en esta oportunidad íbamos mojados y al parecer nuestro espíritu nos había abandonado. Al final del recorrido, cuando solo nos quedaba un peldaño para llegar, @alidamaria perdió el equilibrio y se cayó; luego, como si una fanaticada invisible hubiese pedido “otra, otra”, me caí yo. Parte de mi ADN quedó en las paredes de la casa y mi orgullo disperso entre las piedras.
Cuando llegamos adentro de la casa y luego de limpiarme la herida, mis amigos me buscaron lo mejor para sanar y cicatrizar heridas.
Noooooo. Eso no. Jajajajajaja. La cerveza cura otras heridas. Hablaba del cristal de sábila. El cristal funciona no solo como cicatrizante sino también como humectante y desinflamatorio.
Y me tocó quedarme sentadita para no mover mucho la pierna
Era de esperarse que ese raspón en toda la pierna me resultara corta nota y me doliera mucho, así que de una u otra forma mi día cambió de color.
Ya en la tarde, como era de suponerse, luego de comer y beber, empezamos a reírnos a carcajadas de nuestras caídas. Un simple tropiezo no nos podía aguar el viaje, así que decidimos volver nuevamente a la playa, pero esta vez por los caminos largos pero seguros. Desde la playa veríamos la puesta de sol y con ella reafirmaríamos la idea de que a pesar de las caídas, hay que levantarse, sonreír y aprender.
A la mañana siguiente, luego de toda una noche con compresas de sábila, la herida comenzaba a cicatrizar y la playa nos esperaba. Así amanecía mi pierna.
Luego de disfrutar nuevamente el mar y la compañía, decidimos arreglar todo para volver a Cumaná. El camino de regreso lo hicimos con buena música y mejor ánimo. Santa Fe lo dejábamos atrás con sus buhoneros, con su sol bravo, pero también con la promesa de volver.
Jajajaja, Perdona, pero tu relato de inicio a fin, tan solo me causó muchas ganas de reir, especialmente ilustrando tus momentos de "cotorras", recorridos, disfrute, "auge y caída" (sobre todo la última palabra,-risas).
Seguro se entiende cierta nosltalgia cuando menciona: "Santa Fe lo dejábamos atrás con sus buhoneros, con su sol bravo, pero también con la promesa de volver." Agrego yo: "y tu piel regada por allí..." Saludos.
Jajajjajja. Qué bueno que hayas disfrutado mi relato, mi buen @josevasques! Creo que después del susto, todos los amigos también se rieron mucho a mi costilla. jajjajaja. Espero regresar pronto a Santa Fe, especialmente porque me queda cerquita. Eso sí, recordaré tomar el camino largo para no tentar al hada de los raspones. Gracias por pasar por acá y un abrazo del tamaño del mar.
Great Post! Congratulation! Thank you for sharing! You got $1 upvotes from me!
A thousand thanks, @angelinafx. You're such a beauty!
Tremendo CO... a tener mas cuidado es esas salidas de playa amiga, saludos desde la isla de Margarita
Gracias por el consejo, @ratamocha. Un saludo desde Cumaná.
Así son las cosas querida amiga . Lo importante es que esa caída que de alguna manera te provoco dolores y malestares no permitió que perdieras la razón de tu viaje divertirte y conocer y además celebrar el cumple de tu Profe . Son experiencias que nos quiere. Decir algo en la vida. Saludos
Me gustan tus palabras, @zulayka. Creo que sí. Cada caída te dice o te ayuda en algo. Saludos
Hola Amiga incondicional, tremendo raspón se llevó usted de recuerdo : (
¿Eso me parece la punta de cochaima ?
Un fuerte y caluroso abrazo desde mi cocina
Hola, amiga @galletikasar. Realmente no sé. Podría averiguar . El raspón será parte del cuento y del chiste. Seguro. jajajjaja. Te abrazo
Pese al golpe y la herida, supiste disfrutar de ese sabroso paseo. Con la agradable compañía de los amigos, la plática entretenida y unos gratificantes tragos, se pasan los dolores de la vida...Saludos, @nancybriti.
Así es, querido @josemalaven. Qué sería de nuestras vidas sin esas excelentes compañías? Te abrazo
La vida hay que disfrutarla muy a pesar de los pesares y tropiezos, amiga, te felicito por haber superado el escollo de la caída y no dejar que eso te agûara tu viaje y la diversión. La vida es un regalo, cada minuto cuenta y si superamos lo difícil, vale más. Fino el post y estupendo todo, mi humilde votico y un abrazo!
No pude haberlo dicho tan bien como tú, amiga @marybellrg. Un regalo cada día y tal vez por ello deberíamos apreciarla más. Un abrazo fuerte
Auch! Que bueno que a pesar de todo te lo pasaste bien 😊 Abrazos!
Jajajajjaja. Así más o menos dije cuando caí, @isauris. jajajajja. Abrazos para ti
A pesar de las caídas se ve que lo pasaron bien, eso solo fue un ingrediente para no olvidar el momento querida @nancybriti, el mar lo cura todo.
Así es, @evagavilan. Si no lo cura el mar, no es terrestre. Un saludo sincero
Muy bonito ese pueblito, les recomiendo un barcito a orilla de playa donde pueden tomar tragos preparados. Excelente artículo. Bonita modelo.
Haber sabido ese dato antes, @sansoncarrasco, hasta hubiese ido. Gracias por tus palabras. Tan cariñoso siempre. Abrazos