La primera impresión que tiene Pamela de él es que es un meloso engreído, pero eso no detiene a Eduardo… él comienza utilizando sus cartas de seducción, piropos y frases de amorosas. Decía cosas como: ¡Tú eres realmente un encanto de mujer!, ¡Linda por ti sería capaz de subir al cielo y bajarte la más brillante de las estrellas!, ¡Cruzaría el río más caudaloso solo para llegar a ti! ¡Desde que te vi, simplemente estoy a tus pies! ¡Soy el hombre que haría todo por ti, solo pide por esa boquita!

Ya Pamela no sabía cómo disimular la incómoda situación y quitarse lo que ella consideraba desde el principio de conocerlo “Ese pegoste andante”. El corazón de ella estaba más duro que una tabla. Era un desalentador pronóstico para Eduardo, pero ahora… ¡Lo que queda es rumba para rato!

¡Entre copa y copa!, una bebida por aquí y otra por acá, Tomate un trago mas… ¿acaso vas a arrugar? El escenario va cambiando… Lo que le parecía detestable a Pamela, ahora era deseable, de las palabrerías sin sentido que salían de la boca de Eduardo, se convirtieron en poesía para sus oídos.

Ella cedió bajo el encanto de Eduardo… o más bien a los engañosos efectos del alcohol. ¿Qué piensan ustedes?

Casi terminada la fiesta… Eduardo no quiere perder la oportunidad ¡Que esta mango bajito!. Aprovecha y le comenta a Pamela que no seria para nada caballeroso de su parte sino la acompañaba hasta la puerta de su casa.

En altas horas de la madrugada, él decide que se irían caminando para contemplar la vida nocturna de las calles y así conocerse mejor. ¡Lo cual no era su verdadera intensión… porque no tenía para pagar un taxi y menos tenia carro propio! No quería quedar como un limpio ante ella. La borrachera que tenia Pamela la llevo a aceptar tan alocada petición.

  Ya caminando varias cuadras y con la secuela de la bailadera, Pamela no aguantaba esos zapatos de taco alto ¡Pobrecitos pies! Ambos se desvían por un atajo para recortar camino. En eso escuchan una voz con tono de misterio. Era un hombre que les decía: ¡Amigos, ayúdenme por favor! No tengo trabajo y soy tan desdichado que tan solo tengo conmigo es esta pistola cargada.