ISHPINGO: La flor de la canela
Ecuador es conocido como El país de la Canela. Desde su capital Quito, en el año de 1542 partió hacia las selvas orientales del continente una expedición liderada por Gonzalo Pizarro (hermano del conquistador del Perú) y Francisco de Orellana, en busca del mítico Dorado y en busca de canela, especia muy apreciada en el mercado mundial de entonces. Encontrar canela en América era un asunto estratégico para los españoles.
Tras meses de navegación sobre el Río Amazonas (descubierto en esta misma expedición) y luego de pasar graves penurias, no encontraron El Dorado, ni la canela, al menos no como la conocían hasta entonces (Cinnamomum verum). Encontraron en cambio el Ishpingo (Ocotea quixos) , un torpe remedo de flor con textura de madera y forma de sombrero, con un aroma muy parecido la especia originaria de Sri Lanka, pero más frutal y perdurable.
Bastante salvaje resultó esta flor de Ishpingo que no se ha dejado domesticar, para conseguirla hay que adentrarse en el Amazonas ecuatoriano o peruano ... o dar un paseo por los mercados populares de Quito, donde la encontraremos junto a productos interesantísimos que traen los indígenas del bosque y la cordillera.
El Ishpingo es una especia dulce utilizada en diversas preparaciones de la gastronomía tradicional amazónica y andina, es uno de los ingredientes indispensables en la "Colada Morada", especie de chicha de maíz morado y frutas que se prepara en Ecuador como parte de las celebraciones del Día de los Difuntos (02 de Noviembre).
Hoy en día el Ishpingo no sólo se usa en bebidas y dulces, ha incursionado también en la gastronomía salada, dando a los platos un toque especial dentro de la cocina fusión. A diferencia de la canela común, los aromas del Ishpingo no se pierden con el hervor ya que sus aceites esenciales son menos volátiles, por eso los cocineros recomiendan dejarlo hervir de 10 a 15 minutos para que surja la mayor cantidad y diversidad de aromas que ofrece.
A una especia tan apreciada y cargada de historia no podía faltarle su propio tema musical: La flor de la canela, una de las canciones latinoamericanas más conocidas en el planeta. Fue compuesta por la cantautora e investigadora peruana Chabuca Granda en 1950, dedicada a Dona Victoria Angulo, bellísima señora morena que era vecina de la cantante cuando niña. Como a mí me gusta tanto la música y como me gustan tanto las historias, les comparto este vídeo que es una joya, a la voz de la propia Chabuca acompañada de cajón peruano y cucharas, porque con cucharas y sartenes también se hace música .
Espero que les haya gustado y recuerden que cocinar es una forma de viajar ...