Yo también soy el enemigo
Yo también soy el enemigo,
ese que levanta las manos,
empuñando el arma transparente de la palabra,
y la daga subversiva del grito.
Yo también soy el enemigo,
ese que se sienta a esperar el golpe irracional de tu porra,
el bote de humo que oculta tus vergüenzas,
y la bala de goma que destroza mi boca.
Yo también soy el enemigo,
ese ser irracional que te espera,
sentado en las plazas y en las calles,
con las manos arriba,
con una la palabra y un libro.
Yo también soy el enemigo,
ese, que te mira a tus ojos inyectados en sangre,
esperando el primer golpe, la primera patada
y te dice: yo puedo ser tu hijo.
Yo también soy el enemigo,
y seguiré siéndolo
porque seguiré usando la palabra,
seguiré sentado en las calles y en las plazas,
y tu porra no silenciará mi grito