¡Hola! ¿Alguna vez has querido hacer algo, pero te has detenido esperando un "mejor momento"?. Estoy segura de que te ha pasado al menos una vez.
Pero... ¿Qué tan bueno es eso?
No es malo querer esperar algo más, más recursos, más ganas, una mejor oportunidad... Sería erróneo de mi parte decirlo; la realidad es mucho más compleja como para enfrascarla en una aseveración. Pero estoy segura de esto: TIENES UNA GRAN OPORTUNIDAD JUSTO AHORA DELANTE DE TUS OJOS y se llama VIDA.
En algunos momentos de la vida se tiene que realizar una retrospección: ¿Qué estoy haciendo en pro de una vida mejor? Y quizás la pregunta más difícil para algunos...
"¿Soy feliz?"
El auto conocimiento es crucial para esto. Así verás si hay un lado de tu *consciencia* estás atendiendo más y si esa atención es muy desigual.
Pasión y razón
Nuestra vida personal se compone de muchas variables, emocionales, laborales, artísticas, familiares, académicas, etc. Indudablemente hay variables que están más presentes que otras y eso depende de cada realidad individual.
Aún así, no es lo más idóneo dejar alguna variable sin atender, en otras palabras, descuidar algún aspecto de nuestra vida.
Está bien buscar la excelencia, buenas notas, buen trabajo, buena ropa, buen dinero. Querer ayudar a la familia, ser mejor para estar mejor. Es decir, ser racional e inteligente. Fuera de eso debemos preguntarnos si alimentamos nuestro espíritu con nuestra pasión. Lo que amamos hacer.
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Nuestra pasión es para nuestro espíritu como agua para los helechos. Y hay veces que parece que nuestra pasión quiere ir en dirección contraria a nuestra razón y empezamos a temer ser demasiado arriesgados, tomar decisiones apresuradas o equivocadas.
Y eso está bien.
Pero, ¿qué pasa cuando posponemos esa cosa tan especial que queremos hacer, porque estamos esperando hacerlo perfecto, con más tiempo, más arreglos, anticipación y, un largo etcétera?
- Mayormente sólo es por el miedo a equivocarnos, el cual nunca nos dejará actuar.
Entonces, YA BASTA.
Si ya te hiciste las preguntas necesarias y sientes que has dejado pasar muchos momentos y no has hecho lo que planeas hacer, ya déjalo. Toma una decisión: lo quieres o no lo quieres. Si realmente lo quieres, hazlo.
No importa si se te escapa algo, si te equivocas, si te faltó algo que querías...
Aprovecha el tiempo en el que vives, porque es *único*, no se repetirá. La vida se trata a veces de tomar decisiones apresuradas sólo porque la intuición, la pasión o tus condenadas ganas te lo dictan y no hay nada mal en eso: Estás viviendo.
Vive hoy. Porque cuando mueras no te preguntarán si te preparaste bien.
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Me despido no sin antes desearte un día, una noche, una madrugada y una vida feliz, dondequiera que estés.
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