¿Qué ves cuándo te miras al espejo? Generando bienestar (PNL-01).

Muchas personas por no decir todas, tanto hombres como mujeres, acostumbran a mirarse al espejo pero no perciben con objetividad la imagen que éste refleja sino que proyectan sobre ella la imagen mental que en ese momento sienten, creen, tienen  del sí mism@.

Veamos, un caso supuesto: una jovencita quinceañera, hermosa y lindamente vestida, se siente insegura, se rechaza, porque un par de espinillas se inflamaron en su cara. Según su proyectada imagen mental en el espejo, sus ojos sólo tienen miradas para esas terribles deformidades que afean su rostro, aunque ya cubiertas con maquillaje resulten imperceptibles. Tal vez, alguno piensa, más bien imagen emocional; y de hecho lo es. Pero, las emociones también pasan por nuestra mente, por nuestras neuronas y las percibimos por nuestros sentidos, internos o externos. 

Otro caso supuesto: un entrenador del equipo femenino de voleibol se mira al espejo, proyectando la imagen  que ha creado de sí mismo, feliz por las miradas de admiración de las integrantes del equipo; se ve muy atractivo, sin reparar en su demasiado gruesa nariz, sus piernas cortas y la calvicie incipiente.

En ambas situaciones, tenemos una alteración de la imagen "real" que daría el espejo.  Ambos protagonistas, la jovencita y el entrenador, se perciben, se observan dando importancia a hechos parciales de su realidad, pero  queridos lectores, les hago unas preguntas:

*¿Cuál es más feliz? 

*¿Cuál creen ustedes que generará mayor atracción y simpatía entre las personas de su entorno? Obviamente, aquella persona que  se percibe a sí misma en una forma positiva, tendrá mayor seguridad para interactuar, sus niveles de comunicación serán más efectivos y, en consecuencia, su atractivo será mayor. Un feo o una fea pueden ser el alma de la fiesta, al desbordar seguridad y simpatía.

Amor y aceptación, el amor hacia uno mismo y la auto aceptación son dos criterios sumamente importantes para vivir en armonía, para relacionarse saludablemente con el pedacito de mundo en el cual nos toca vivir. Así que cuando te veas al espejo, dibuja tu propia imagen fijándote en  los aspectos positivos, destácalos y decídete a aprovecharlos para conquistar el mundo.