Mi nueva paciente. /Concurso de Microrrelatos de Terror #MicroTerror256 - Semana 7 - La transformación

Recostada en el sofá, mi nueva paciente, habló con una voz gutural totalmente diferente a la utilizada hasta ese momento.  

- ¡Agch! !Necesito ayuda. ¡Urgente! ¡Ayuda! ¡Agch!

Sentí una fuerte tensión en la nuca y un ligero escalofrío me recorrió la espalda. Quise ponerme de pie para observar mejor su rostro, pero los gemidos que jamás asociaría con los emitidos por una joven mujer me mantuvieron clavado en el sillón. Podía verla bien. El rostro crispado por un dolor intenso. Los ojos cerrados. Las manos, una sobre el esternón, la otra entre aquella y la garganta.

Compuse la voz, para seguir orientando la sesión. No podía permitirle una crisis de tal magnitud como la que sentía abrirse. Mientras, pulsé el timbre de emergencia para alertar a mi asistente. Escuché mi voz distante, apagada por los quejidos cada vez más horripilantes. Necesité aumentar el volumen. Cerré los ojos y respiré profundo, requería de todo mi aplomo.  Me acometió el vómito ante la fetidez que inhalé y que llenó a plenitud mis pulmones. Sentí la imposibilidad de abrir los ojos, algo pesado, denso, oscuro, me impidió hacerlo. Las arcadas me obligaron a inclinarme hacia adelante. El hedor infestaba todo mi cuerpo. Sobre la nuca la tensión se convirtió en dolor que intensificándose recorría, ahora, junto con el escalofrío toda mi espalda, para abrazarme y oprimirme.

En la penumbra, en el umbral de la inconsciencia, creí escuchar unos gritos de espanto de mi asistente, más allá de los guturales quejidos y la fetidez que poblaban mi humanidad.