!Ayer fue hoy! Con sus armonías y discrepancias.

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¿Te has detenido a pensar que ayer fue hoy? Apuesto a que no.   Seguramente te habrás quedado pegado en un evento agradable de ayer, reviviendo sus detalles, o bien te habrás torturado repasando una actuación que consideras inadecuada ante un incidente que te causó malestar, dolor.

Pero, la idea es pasearse por el hecho de que ayer fue hoy. Un hoy que ya pasó, con su amanecer, con su sol de mediodía, con su atardecer y anochecer. Un día con buenos y no tan buenos, con sueños, esperanzas, aspiraciones logradas o no logradas, etc. Un día vivido, con sus experiencias, tus experiencias. Un hoy que ya se fue.

De ese hoy debo dejar ir lo que no me gustó, guardando sólo el aprendizaje, el crecimiento que me produjo. ¿Y los eventos felices?Los debo rememorar para utilizarlos como carta mágica para levantarme el ánimo cuando pase por momentos no tan gratos en mi hoy actual, mi presente.

Si eres de los que planifican su día a día ( Felicitaciones), recuerda los logros así como las técnicas y estrategias que utilizaste para alcanzarlos. De lo que no te salió como querías, bota el dolor y reprográmate para lograr lo no logrado y, así, convierte tu hoy en un maravilloso ayer para mañana. En un valioso banco de datos.

Vive cada hoy, experiméntalo como lo que es: un nuevo día, una nueva oportunidad para vivir, para ser feliz. No lo arruines. Concédete el derecho a tener equivocaciones y concédete el derecho de perdonarte, amarte y saber que puedes superarte a tí mismo.