Disculpen mis serios seguidores pero, como no caer en la tentación, aunque sea a última hora, de participar  en este reilón concurso que se dio a la tarea de sacar del closet, semejantes vivaces recuerdos. Por mi mente desfilaron varios nick names (pa' no repetí sobrenombres) y, no solo de mis profesores, sino de mis colegas, de los de mis hijos. A mí, me decían la tortuga,  y que por lo sabia. Jijiij   me lo creí.

Como estarán pensando una gran colección de sobrenombres que van desde el Químico (sobrenombre  que todos conocíamos), pasando por Cerro prendío,  Cabeza de fósforo y 18 años  hasta Serrucho y Pura Muela. De oídas y confidencias,  esos segundos nombres llegan muchas veces a los oídos de sus titulares,  porque a veces son los únicos que se aprenden algunos despistados.

Las asociaciones son a veces simples, pero, a veces tortuosas.

Con Cabeza de fósforo, con su toque de picardía escuché nombrar a un compañero, profesor de física y de inmediato la memoria me trajo a otro profesor, también de física, con el mismo sobrenombre pero que no tenía nada en común en su corporalidad con mi compañero.

Están pensando mal, también yo lo hice, pero... con mi expresión más inocente, pregunté : 

- ¿Y eso por qué?, mientras repasaba mentalmente a mi compañero en contraste con mi profesor, uno joven,  delgado, moreno, cabeza casi rapada; el otro gordito, cincuentón, corte de cabello impecable, y en sus caracteres no pude hacer la comparación pues poco recordaba de mi viejo profesor. ¿Qué profesor no es viejo a los ojos de jóvenes cuya edad está tan cerca del 10 como del 20?

¡Ay profe! ¿No se imagina?- y seguía la chica mirándome con picardía.

Negué enfáticamente.

Ésta es mi primera presentación en este concurso. Le había sacado el cuerpo, pues de chistes y hacer reir, sé muy poco, pero con el tema de la convocatoria casi imposible no presentarme. Pues, causaré poca risa, pero me reí un montón y aún me río, los sobrenombres siguen llegando de los recuerdos y tendré como escribir un libro, jejejje