La Vital Encrucijada

Llueve a cántaros en Jerez pero no tanto como en mi propio interior.
La excitación no me ha permitido conciliar el sueño.
Pero cierro los ojos queriendo acortar las horas que faltan para el momento esperado.

Por fin tras mucho preguntar, dar y recibir favores, voy a estar frente al Todopoderoso Atenágoras. Y el decidirá si mis obras son dignas de su buen gusto, de su patrocinio y de su museo.

Pinto desde que tengo memoria, trazo por igual la silueta humana henchida de deseo como lo que algunos les gusta llamar naturaleza muerta. He hecho desde publicidad hasta caricaturas para prodigarme, honradamente, el pan nuestro de cada día

Mis manos han aprendido a manejar y perfeccionar, en consecuencia, todas las técnicas que la modesta Escuela de Artes de mi ciudad natal podría haberme enseñado, pero desde hace años ya estoy anhelando que se me conozca por lo que pinta mi alma, que es verdaderamente, la que posee el genio o el talento que en mi pueblo admiran.

Y aquí estoy en este tren, al encuentro de este mecenas para trascender de notable pintor de provincia a celebridad nacional y hasta internacional pues Atenágoras es famoso en el mundo por tener ese toque de Midas que ha hecho ricos a sus protegidos mentras crece su leyenda como mecenas moderno.

Al mediodía, arribo puntual a Madrid y me apeo del vagón de pasajeros con mi portafolio no sin antes notar que hay un alboroto en la estación de Delicias hoy 28 de julio y mientras avanzo al interior de la terminal para almorzar y refrescarme me llama la atención una pequeña multitud que absorta escucha una voz, que se me antoja debe ser de una mujer joven,recitar frente al museo del ferrocarril.

Nací para puta o para payaso

De repente recordé, avergonzando, que hoy se celebraba el centenario de Gloria Fuertes, a quien mis padres le deben mucho del poco entretenimiento que pudieron tener como chavales durante los años '70 y la poesía española del siglo 20 mucho más, y me hice de un panfleto alegórico en el que casualmente aparecía el poema que la chica que viéndola ahora de cerca, definitivamente, era muy guapa, recitaba.

Son las 2 y ya voy camino a la Casa Encendida donde me espera el gran Atenágoras.

Entro a la galería y me recibe una señora de mediana edad, vestida de falda azul entallada, blusa blanca con la cabellera recogida por una peineta plateada y me pide que espere al pro hombre.

Cuando finalmente, me encuentro frente a Él, su imagen no me impresiona lo que me decepciona un poco, trajeado en gabardina gris, camisa blanca de senda como fondo sin corbata, bigote fino y cabello engominado y en su oreja izquierda un aro plateado que me hace pensar que parece más una versión del siglo 21 del capitán Garfío que un célebre crítico de arte.

Y en una mesa inmensa voy desplegando uno a uno mis bocetos, mi trabajo en progreso y las fotografías en tamaño natural de las obras que me han dado algún prestigio en mi ciudad natal.

Atenágoras quien no ha dicho otra palabra además del Bienvenido a Madrid, con el que me recibió, observa con mirada aguda mi trabajo hasta que exclama:

Mateo, tu trabajo es interesante pero ahora lo que necesito para incluir en mi próxima temporada de exposiciones un trabajo mas a lo Warhol, transgresor, intimidante, actual . Ya pintar desnudos y paisajes pasó hace tiempo de moda, quiero algo como este boceto

Atenágoras se refiere a una dibujo que con la técnica de carboncillo hice basada en una fotografía que vi en la red de un joven venezolano, desnudo enfrentado a los soldados con un libro en la mano, que en la nota que acompañaba la imagen decía que era una biblia, pero que ahora recordando el panfleto que recogí en la estación, parecía de la misma editorial que estaba recordando a la Fuertes allá en la estación.

Nací para nada o soldado

Y mientras la voz de Atenágoras me hablaba que mi trabajo era bueno pero no vanguardista que debía cambiar mi paleta de colores y que, especialmente debía reflejar la simbiosis de los humano con lo cibernético, de repente me alejé de aquel espacio y me vi a mi mismo leyendo con la hermosa chica de la estación, con el indefenso muchacho desnudo, cada uno de nosotros unas notas de aquel poema que estaba haciendo más mío mientras me despedía de Atenógoras tras rechazar su propuesta que, de haberla aceptado, me hubiera procurado varios miles de euros pero a costa de mi esencial vital.

Nací para poeta o para muerto

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Fuentes:
Imagen de Gloria Fuertes aparecida en topcultural.es el 15.10.2014
Imagen de Gata Cattana aparecida en beatburger.com el 29.04.2015
Imagen del joven desnudo como apareció en el portal El Pitazo el 20.04.2017

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