En aquella playa me llene de amor,
sentí sobre mi cuerpo mucho calor,
mi piel se inundaba de sudor,
sintiendo en mi alma un poco de temor,
porque tu presencia provocaba dolor.

Intentaba olvidar el rencor,
nadando en el lago de amor,
temiendo que algún día en mi alma,
el sentimiento pudiera morir por falta de valor.

Comencé a olvidar totalmente el desamor,
pero me perdí en sueños,
que me atraparon sin dejarme escapar,
donde mi corazón se sintió perdido,
ya que jamas espigarán tus ilusiones.

Llego el momento en que me canse de los sueños perdidos,
de las metas en el destino y de los lamentos,
comencé a desechar todo lo que de ti quería,
sin hacer nada para recuperar,
decidí que era el momento de caminar,
era el instante para luchar,
era la ocasión para cambiar.

¡Valla, que cansado estoy! me he reído tanto,
tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto,
tanto, que este rictus que contrae mi boca,
es un rastro extraño de mi risa loca,
intentando superar esta aventura y tristeza.

Poco a poco voy comprendiendo,
que no eres para mí,
que soy especial aunque no lo suficiente,
que todo el amor que te tengo,
necesito enterrarlo poco a poco,
en algún lugar muy lejano,
en un lugar donde ni yo mismo lo encuentre,
porque si lo encontrara,
tendría que volverte amar.

Quiero amanecer en un nuevo horizonte,
quiero respirar un toque de felicidad,
en este bello paisaje,
quiero desvanecer todo recuerdo de ti,
para que así pueda de tu amor sobrevivir.