Mitos Médicos: ¿La Azúcar Causa Hiperactividad?
La violencia está mal. Tú lo sabes, yo lo sé; es algo que se nos inculca desde muy temprana edad, y que generalmente se queda con la mayoría de nosotros, por mucho que disfrutemos las peleas callejeras de Kimbo Slice en Youtube (QEPD, te fuiste muy joven). Sin embargo, resulta increíble lo fácil que se puede olvidar esta enseñanza tan básica cuando estamos en presencia de un niño hiperactivo, de esos que no para de gritar y correr por todos lados, en lo que parece ser un experimento social diseñado para probar nuestros niveles de paciencia.
Estos escenarios son especialmente comunes en esa recreación de uno de los círculos del infierno que llamamos “fiestas infantiles”, en donde la cantidad de dulces y golosinas que los niños comen hace que tengan un nivel de energía sobrehumano, o al menos, esto es lo que siempre se dice. Y viendo la amplia evidencia empírica, parece bastante razonable. Pero, ¿es cierto que la azúcar que consumen causa esta hiperactividad? Y si es así, ¿Por qué?
Comencemos con lo básico: ¿qué hace la azúcar en nuestro organismo?
La sustancia que conocemos como azúcar común, cuyo nombre verdadero es sacarosa, es un tipo de glúcido (biomolécula compuesta por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno) cuya función principal es la de almacenar energía que luego es usada para hacer funcionar nuestro organismo. Sin embargo, no cumple esta función cuando se encuentra en su forma natural: al entrar al cuerpo es metabolizada, descomponiéndose en sus dos monosacáridos (glúcidos sencillos) base, la glucosa y la fructosa. Estas dos moléculas tienen sus diferencias, pero ambas tienen la misma función básica de almacenamiento energético. Usando la lógica, tiene sentido el pensar que si se consume mucha azúcar, entra una mayor cantidad de energía al cuerpo, causando excesos que tienen que ser liberados mediante esfuerzos físicos. Pero siendo el cuerpo humano una máquina tan compleja (para el pesar de nosotros estudiantes de medicina), la realidad difiere de esta teoría.
Se han hecho una gran variedad de estudios sobre la relación entre el consumo de azúcar y la hiperactividad en los niños, y aunque uno que otro ha supuestamente detectado un pequeño aumento en la energía de los infantes luego de consumir dulces, la gran mayoría está de acuerdo con que esto es sólo un mito más; el comer golosinas no hará que tu hijo se convierta en un demonio con el único deseo aparente de verte sufrir, ya lo era para comenzar.
Como ejemplo, veamos el estudio publicado en el Diario de Medicina de Nueva Inglaterra, en el que se tomaron dos grupos de niños de distintas edades, y se les sometió a 3 dietas diferentes a lo largo de 9 semanas: una alta en sacarosa y baja en endulzantes artificiales, otra baja en sacarosa y usando aspartamo como endulzante, y una última baja en sacarosa y con sacarina (un edulcorante artificial que no se metaboliza en glucosa) como placebo. Los niños siempre se mantuvieron bajo el cuidado de sus padres, y sus reacciones fisiológicas y psicológicas a la dieta fueron examinadas cuidadosamente.
Todas las personas relacionadas con el experimento, tanto los sujetos de prueba, como sus familias, e incluso los científicos, se mantuvieron en desconocimiento del contenido de sacarosa en las dietas. Se les dijo que la cantidad de azúcar en las comidas iba a cambiar semanalmente, cuando en realidad la dieta variaba cada 3 semanas. Durante en el estudio se analizó el comportamiento tanto de los niños como de los padres, y los niveles de azúcar en sangre antes y después de las comidas. Al terminar, se notó que no sólo no hubieron cambios notables en el comportamiento de los niños mientras recibían una dieta alta en azúcar, si no que las ligeras diferencias encontradas durante estos períodos eran más consistentes con un efecto calmante que con hiperactividad. Esto es como pensar que los ingleses tienen mala higiene dental, para luego descubrir que de hecho son inmunes a la formación de caries, y que sus dientes son de adamantium.
Pero entonces, ¿Por qué parece que los niños nunca se cansan durante las fiestas en donde consumen gran cantidad de dulces?
La respuesta a esto se encuentra en la psicología de los padres, más que en la fisiología de sus hijos. En otro estudio realizado, se crearon dos grupos de infantes; a ambos se le suministró la misma cantidad de endulzantes artificiales sin sacarosa, pero en uno de los grupos se le dijo a las madres que los niños habían ingerido azúcar, mientras que en el otro si se les reveló la verdadera naturaleza de lo que habían consumido. Se notó entonces que las madres que creían que sus hijos habían consumido suficiente azúcar como para sangrar jarabe de maple manifestaban que el comportamiento de los infantes era más hiperactivo de lo normal, y tendían a cuidarlos y criticarlos más de lo normal.
Míralos, planeando cómo traer angustia y sufrimiento a tu vida.
En resumen, todos los niños son propensos a tener períodos de hiperactividad, debido a sus mayores reservas de energía, y a que aún no han sido salvajemente ultrajados por las desgracias de la vida adulta. Puede que lleguemos a pensar que se encuentran especialmente inquietos luego de comer dulces, pero creemos esto justamente porque se nos ha erróneamente enseñado que es así. Claro, el consumo no controlado de azúcar sí trae efectos negativos ampliamente documentados, como la obesidad, la formación de caries, e incluso el desarrollo de diabetes mellitus, pero el único cambio en el comportamiento que produce es, irónicamente, en los padres, no en los niños. Y consecuentemente, las fiestas infantiles no serán más soportables aunque decidas eliminar todo tipo de dulces del menú, lo siento.
Veredicto de este mito médico: FALSO
Referencias:
- “¿Realmente el Azúcar Pone Hiperactivos a los Chicos?” por Claudia Hammond, para la BBC.
- Wolraich, Mark L., Lindgren, Scott D., et al. Effects of Diets High in Sucrose or Aspartame on The Behavior and Cognitive Performance of Children, New England Journal of Medicine, 1994.
Gracias por tu post, hay muchas personas que piensan que el consumo de azúcar causan todo tipo de cosas, si bien es cierto que a los niños no se les debe dar demasiafa azúcar es por otros efectos que les causa y no tanto la hiperactividad, los niños son así hiperactivos.