Caracas prisionera.

Desde que tengo sentido o conocimiento de composición fotográfica, he armado muchas de mis fotografías con elementos externos que yacen en mi ciudad; para así de esta forma, dar nuevamente, una crítica de manera "conceptual" a la ya conocida situación que se viene dando en mi país, la emigración.

Utilizando como inspiración principal, la obra Henri Cartier-Bresson; desde la composición con elementos materiales que se ubican por sí mismos en las calles, en este caso, las puertas o rejas de los edificios residenciales de Caracas.

Caracas se ubica entre las primeras ciudades más peligrosas del mundo y para sumar a esto, la gran cantidad de personas que se han ido del país como un método de escape para la gran cantidad de augurios que el país vive en este momento.

Con todo esto, digo que la confianza al hogar o a las calles ya ha perecido frente al incremento de inseguridad y corrupción de los sistemas que implementa el gobierno, esto se pudo ver, el año pasado, cuando los cuerpos de "inteligencia" del gobierno, irrumpieron en un conjunto residencial ubicado en la ciudad de Caracas, para arremeter contra familias en las que se encontraban niños, niñas y adolescentes. En este mismo caso se denunció daños a la propiedad de los residentes.

Hablo como parte de una generación que se ha vuelto errante, nómada de identidad, corrompida por el sistema comunista a través de todos estos años, se nos ha interrumpido nuestra felicidad y proceso de crecimiento como futuros profesionales de esta nación. Somos una sociedad con grandes talentos, pero el desempeño de este mismo, se nubla cada día, gracias a que este gobierno crea cada día en favor de ellos, la mediocridad disfrazada de aportes para nosotros.