TEORÍA MONETARIA MODERNA,¿EL FUTURO?

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En los medios americanos, gana peso y protagonismo la demócrata Ocassio-Cortez.Sus seguidores, jóvenes en su mayoría, son desencantados del sueño americano que han pegado un giro al socialismo. La sobreprotección con que han sido criados, y el fuerte sesgo izquierdista de la educación recibida, motivan este cambio.

Pues resulta que Cortez, Alexandra o como quieran llamarla, es defensora de la teoría monetaria moderna. Del déficit a espuertas. Esta teoría, se basa en el monopolio del estado para emitir moneda, lo cual, faculta al gobierno para emitir todo el dinero que desee.

A la mierda el déficit.

Cortez pretende instaurar un Green New Deal, revolucionando la economía con un cariz ecologista. Para ello, pondrá a funcionar los rodillos del banco central, cosechando los frutos de esta vieja teoría moderna.

Sin embargo, la historia reciente le aporta una falsa legitimidad. Ya ha habido recompras masivas de activos por parte de los bancos centrales; rescates a la banca privada…y un largo sinfín de intervencionismo en pro de los más ricos. En este contexto, las locuras del nuevo y socialista partido demócrata, son difíciles de desacreditar.

¿Qué riesgos entraña la Teoría monetaria moderna? Pues, como es lógico, la impresión de dinero sin control aumentará la masa monetaria en la economía. Esto tendrá el inevitable efecto de la inflación, objetivo buscado en primera instancia que es más que probable que se escape de las manos.

Ejemplos de impresión sin control de moneda, los podemos encontrar en Venezuela.

Otro de los pilares sobre los que se apoya, es el eje de transacciones entre estado y agentes privados. Según la TMM, si el estado incurre en déficit estructural, es porque el mercado recoge el testigo de ese déficit, siendo este por tanto favorecido. La deuda pública mientras tanto crece sin parar pero… ¡No hay problema! La inflación está para ponerle control.

Así, el reinado de la teoría monetaria moderna, puede traer espirales hiperinflacionarias a las economías occidentales. Ejemplos de impresión masiva de billetes no han salido bien en el pasado, y no veo motivos para pensar que esta tenga que ser la excepción.