LA BANCA ESTÁ MUERTA

Se habla mucho de Blockchain, supresión de intermediarios, dinero inteligente…y los muchos cambios que traerá la implementación de esta tecnología. Nos hemos hecho también eco, de las declaraciones de un patético Jamie Dimon, atacando al Bitcoin a la desesperada mientras observa como el futuro amenaza por tragarse su corrupta ciénaga.

En lo que a banca se refiere, está claro que la aparición de la Blockchain traerá de la mano cuantiosos cambios.

Para empezar, la supresión de intermediarios, traerá como resultado una mayor rapidez en las transacciones: en la banca actual, los procesos no se hallan automatizados, sin embargo, en la Blockchain, dichos procesos se revisan al instante y sin necesidad de la participación de un técnico, lo cual hace factible en minutos lo que antes tardaba días.
Eso en lo referente a aspectos técnicos, está claro que la banca puede y mucho, beneficiarse de esta nueva tecnología.

Este beneficio, no lo tienen tan claro en otros aspectos, pues la generalización de la tecnología P2P, y su entrada en el reino del dinero, es posible que haga a muchos usuarios independientes del hasta ahora omnímodo poder de la banca.

Así pues, es muy probable que un abundante número de usuarios vayan emigrando desde sus poco rentables cuentas dentro del sistema, hasta sus muy rentables wallet de criptomonedas, sobre los cuales además gozarán de control en todo momento.

Quién sabe si esta es la tierra que cubrirá el ataúd de la banca: el dinero inteligente puede hacer tumbar de un golpe las comisiones, los préstamos abusivos, imposibilidad de retiradas de dinero. Todo ello a cambio de un poco de aprendizaje y una mayor cultura de la responsabilidad.

Partiendo de esto, es normal que los mandamases de la industria financiera vean como amenazado su tinglado, echando esputos por la boca cada vez que el precio de Bitcoin marca nuevos máximos. Se han encontrado con algo que no pueden controlar. Ni manipular. Ni arruinar. El Bitcoin, en manos de sus usuarios y respaldado por la fuerza de la criptografía, no sufrirá el pésimo destino de los valores del oro y la plata, cuyo precio es manipulado con malicia por amenazar los intereses de la banca.

Nos encontramos ante un mundo nuevo: un mundo donde las nubes se disipan y el sol aparece ante nuestros ojos. Un mundo donde el poder se hallará más en manos de los individuos y menos en las de corporaciones.