Sufrimiento y suicidio: Debemos hablar al respecto
NOTA: Debo acotar que no me considero alguien experto en el tema, de hecho, estoy ahora culminando mis estudios universitarios en psicología, así que puedo verme limitada en algunas aclaratorias. Por ende, pido que lean esto con mucha responsabilidad y capacidad de crítica, no que lo tomen como un manual o guía. Trataré de escribir con la mayor brevedad posible para que el mensaje sea claro, con esto no pretendo reducir la complejidad humana, por lo que advierto que lo que escriba puede quedarse bastante corto, pero creo que basta para llamar a la reflexión y discusión. Muchas gracias por entender, y finalmente, vamos a los argumentos.
Luego de pensarlo por mucho tiempo decidí escribir acerca de este tema. Y si bien puede ser fuerte para algunos ( y quizás demasiado para ser una de mis primeras entradas a este blog) de algún modo siento el deber moral de hablar al respecto. Así como la necesidad de expresar y denunciar algo que debería ser analizado con mayor profundidad por la sociedad en nuestros tiempos, pues la salud mental no es algo que deba tomarse a la ligera.
He notado que hay mucha más gente que tiene o ha tenido pensamientos suicidas de lo que nos gustaría pensar. Pero nos cuesta mucho ver el sufrimiento del otro, porque nos recuerda al nuestro propio. Resulta más fácil menospreciarlo y hasta interpretarlo como algo banal que pensarlo como algo serio por lo que también hemos pasado o podríamos pasar.Pero no, las ideas suicidas y otras demostraciones de sufrimiento nunca están bien, y nunca deberían verse como algo normal.
Con esto no estoy diciendo que las ideas suicidas sólo ocurren en personas con alguna discapacidad. Muy por el contrario muchos de los que las sufren son personas iguales a nosotros, lidiando con situaciones que van más allá de lo que pueden soportar y que por lo tanto necesitan ayuda. Si bien pueden tener alguna condición que facilite estos pensamientos NUNCA deben ser vistos como "anormales".
Así que no, ignorar el sufrimiento ajeno no es una forma de ayudar, porque son cosas que más temprano que tarde se hacen ver, y probablemente a través de eventos desagradables. Tampoco resulta útil menospreciar al que está pasando por esto, ya que sólo lo harán sentirse incapacitado (cuando muchas veces no es así), débil, o incluso que merece estar viviendo el dolor por el que está pasando. En la mayoría de los casos eso termina aislando al otro en su propio sufrimiento, dificultándole mucho más encontrar una salida a este que no implique hacerse daño.
Así que si conoces a alguien que esté atravesando un momento que para él sea muy duro, por favor trata de comprenderlo. No utilices humor negro para hacerlo sentir mejor, ni trates de subirle el ánimo ignorando el problema. Una de las cosas en las que puedes ayudar es a que ese dolor salga, permite que esta persona se exprese. La sensación de no poder mostrar lo que verdaderamente está sintiendo sólo alimenta el malestar, por lo que el simple hecho de hablar libremente reduce la fuerza de estas ideas.
Todos nos sentimos tristes o asustados a veces, y tú que sabes lo que es el miedo o la tristeza, entenderás que sólo quieres a alguien que te reconforte. No hay nada como el hecho de que te recuerden lo bueno que eres, las cosas positivas que has logrado y que esto, como otros momentos, no durará para siempre. Además, nunca sobra el hacerle saber al otro lo mucho que lo aprecias.
Así que no temas, conectando con tu dolor es la mejor forma de saber como tratar a tus seres queridos. Esto junto con un poco de paciencia te convertirán en el mejor amigo, pareja, compañero o familiar que esta persona podría desear. Y si eres tú quien está pasando por esto, no desesperes, sé que pronto te sentirás mejor. Tómate un tiempo, respira profundo, habla con alguien de confianza y por favor, si continúas con estas ideas trata de acudir a ayuda profesional. No, no hay nada de malo con eso, no eres ningún bicho raro. Aceptar que no podemos afrontar algo solos es un acto de valentía, y lo es aun más el querer mejorarte a ti mismo. Eres grandioso sólo por haber soportado esto, aunque ahora no puedas verlo.
¡Cuídate mucho!
-Michele Lietaert