Cuando niñas y adolescentes nos crían diciendo que tenemos que aprender a lavar, cocinar, limpiar, planchar para que seas una buena esposa, porque si no ¡el marido te deja! Mas adultas te preocupa que deber ser buena íntimamente porque si no ¡el marido te deja! Ya cuando eres madre hay que cuidar bien de los hijos, porque si eres mala madre, si, ¡el marido te deja!

Amiga no se preocupe por si el marido la va a dejar o no, cumpla con su deber de esposa y ya, así ud le lave, planche, cocine, le mantenga la casa de punta en blanco, le críen los hijos, se olvidan de Uds. de mismos, de ese amor propio que deben tenerse las mujeres por atenderlos a ellos, pues listo, a cambiar amigas, a pensar un poquito más en sí mismas, ¡el momento es ahora!

Así tu hagas todo bien, siempre habrá algo que lo verán mal porque si hacer feliz a una mujer es difícil, mantener a un hombre contento es tan difícil como eso, porque así hagas mil cosas bien, siempre van a recordar la que hiciste mal.

¡Esposos, Maridos! A veces sus esposas lo que necesitan es un poquito de valor al trabajo que realizan en el hogar (y no me refiero a valor monetario), decir: “que bien te quedo la comida” o simplemente dar las gracias por el buen cuidado del hogar en el que vive eso es más que suficiente para hacernos sentir que no hemos fallado en el intento de ser ¡UNA BUENA ESPOSA!