La reacción de los civiles alemanes al ver los campos de exterminio

Muy buenos días comunidad steemit, esperamos que hoy sea un fantástico día de descanso para todos ustedes, que se puedan liberar de esas cargas de la semana, y arrancar la siguiente semana con toda!

Para los que leyeron nuestro post de ayer, este se trató del Día de Conmemoración a las Víctimas del Holocausto, así que hoy hemos decidido realizar nuestro artículo sobre un post enfrentamiento de los alemanes civiles con los campos de exterminio.

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En 1945 fue el fin de la pesadilla del holocausto, cuando las tropas de Estados Unidos liberaron a los judíos prisioneros en los campos de concentración, e inmediatamente días después llevaron a alemanes civiles a estos campos, para que ellos vieran con sus propios ojos los horrores vividos de los judíos por parte de quienes fueran su régimen gobernador.

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Las tropas norteamericanas hicieron esto con el fin de que los alemanes vieran el mayor exterminio humano por parte de sus compatriotas, y no repitieran este suceso. La reacción de estos al ver el infierno ante sus ojos fue una vergüenza indescriptible, al saber que fueron ellos mismos cómplices de tal aniquilación.

A continuación una narración en radio hecha por el periodista Edward R. Murrow:

"A mi alrededor surgió un hedor maloliente, hombres y niños se acercaron para tocarme. Estaban en harapos y vestigios de uniformes. La muerte ya había marcado a muchos de ellos, pero estaban sonriendo con sus ojos. Miré a la masa de hombres hacia los verdes campos más allá, donde los alemanes bien alimentados estaban arando. Fuimos al hospital. Estaba lleno. El doctor me dijo que 200 habían muerto el día anterior. Pregunté la causa de la muerte. Se encogió de hombros y dijo 'tuberculosis, inanición, fatiga y hay muchos que no desean vivir. Es muy difícil'. Retiró la manta de los pies de un hombre para mostrarme lo hinchados que estaban. El hombre estaba muerto. La mayoría de los pacientes no podían moverse. Pedí ver la cocina. Estaba limpia. El alemán a cargo me mostró la ración diaria. Una pieza de pan integral tan gruesa como el pulgar, encima un trozo de margarina del tamaño de tres barras de chicle. Eso, y un poco de estofado, fue lo que recibieron cada 24 horas. Tenía una tabla en la pared. Fue muy complicado. Había pequeñas pestañas rojas esparcidas a través de él. Dijo que era para indicar cada 10 hombres que murieran. Tuvo que dar cuenta de las raciones y agregó: 'Aquí somos muy eficientes'".

Rogamos porque sucesos como estos NO SE REPITAN, después del infierno lo único que queda es perdonar y dejar un legado para el mundo, NO A LA VIOLENCIA, más ¡TOLERANCIA, RESPETO y AMOR!