Amor de Hermanos / 2do. Concurso para Escritores del Proyecto Milkbox.

Hoy acompañé a mi madre al médico, el Dr. le dijo que todo está bien y que van a ser gemelos. No ví mucha alegría en la cara de mi madre, pero yo estaba brincando de emoción pues tengo sólo 8 años y lo que más deseaba era tener un hermanito ¡ Y ahora voy a tener dos!

Mientras caminábamos por las calles mi madre lloraba, yo supongo que era de alegría. Ya quería contarles a todos mis amigos que voy a tener dos hermanitos. ¡Que emoción!

Al llegar a casa mi padre y mi madre discutían en la cocina, pero sólo oía a mi padre él siempre habla fuerte, yo le temo, él es un hombre muy alto y fuerte y grita mucho, también ha estado enojado desde que regresó a casa. Estuvo mucho tiempo sin venir, mi madre una vez me dijo que ya no vendría más. Pero hace unos meses llegó y mi madre desde entonces parece triste.

Hoy compré un juguete para mis hermanitos es un elefante, es muy suave y de bonitos colores, ahorré lo de mi mesada de varios días para comprarlo. ¡Estoy ansiosa por conocerlos! Mi madre siempre me deja que los toque en su barriguita y siento cuando se mueven. ¡Yo creo que me oyen cuando les hablo!

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Quiero mucho a mi madre, ella siempre me dice “Natalia vas a ser una buena hermana mayor y quiero que los cuides cuando yo no esté”. Yo se que mamá siempre va estar con nosotros, pero igual yo también le voy a ayudar a cuidar mis hermanitos.

Anoche oí a mi madre llorar y quejarse, salí de mi habitación y me dijo que ya pronto iba conocer mis hermanitos. ¡Ya llegó el día! ¡No lo puedo creer! Mi padre la llevó al hospital, pero no me llevaron, me quedé sola en casa esperándolos.

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Ya salió el sol y mis padres aún no llegan. Me asomo por la ventana cada vez que oigo un auto. El sueño me venció y me dormí.

Al despertar ya mi padre estaba en casa, me emocioné y me fui corriendo a la habitación para ver mis hermanitos. ¿Donde están quiero verlos? Ni siquiera saludé a mi papá, sólo quería verlos a ellos y a mi madre. Pero… la habitación estaba vacía. Pregunté varías veces sin obtener respuesta. Mi padre tenía unas maletas en la mano y me gritó ¡Natalía sube al auto! Salí como una bala y busqué el elefante estaba alegre porque iba a reunirme con mi madre y mis hermanitos.

El hospital quedaba muy lejos. Le preguntaba a mi padre si ya íbamos a llegar pero el sólo me decía ¡cállate y no preguntes más!

Mi papá manejo mucho se hizo de noche y otra vez de día y no llegábamos al hospital. Nos detuvimos en un pueblo muy extraño y entramos a una casa donde no conocía a nadie y tampoco parecía un hospital.

Una vez dentro de la habitación le pregunté a mi padre ¿donde están papá? Donde están mi madre y mis hermanitos? Se quedó mirándome y me dijo que nunca volvería a ver a mi madre porque ella había muerto. - Dijo - ¡Tus hermanos la mataron!

No podia entender esas palabras, no entendía como ellos podían haber hecho eso! Solo lloraba sin consuelo. Ya no tenía madre y tampoco hermanos. Mi padre no quiso hablar más, ya no respondió preguntas, pero yo tenía tantas….

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Pasó ya mucho tiempo, ahora tengo 20 años mi papá se caso otra vez pero nunca tuvo más hijos vivimos en otro país. Y Aunque tengo las mismas preguntas que años atrás, no me atrevo a hacerlas. Extraño mucho a mi madre y siempre me pregunto ¿Que habrá sido de mis hermanos? ¿Habrán muerto también?

Mi padre está muy enfermo, cáncer de pancreas, los doctores dicen que ya está avanzado y que su esperanza de vida es de un mes. Yo lo cuido en el hospital lo que me hace recordar mucho a mi madre.

Tres semanas han pasado, mi padre cada vez se ve más débil. Me tomó la mano y me dijo - “perdoname hija”. ¿Padre que te debo perdonar? - Pregunté extrañada.

-No haber sido un buen padre para ti, te he engañado todos estos años.

-¿A que te refieres? ¿Me quieres hablar de mi madre? - Pregunto.

-Si… No quiero llevarme este secreto a la tumba.

-Yo estaba a la expectativa, por fin iba saber que pasó realmente esa noche. ¿Que quieres decirme? ¿Acaso está mi madre viva? - Pregunté con lagrimas en los ojos y un nudo en la garganta.

-Tu madre…. Ella si murió… Pero tus hermanos..... Ellos están vivos.... Al menos eso creo.

-Sentí un nudo en el estómago, no se por que tuve esperanzas de que ella… Pero mis hermanos si están vivos.. ¿Donde están ellos? ¿Por qué nunca los trajiste contigo - Pregunté un poco alterada.

-Porque…. Ellos no eran mis hijos….dijo agachando la mirada. - Además eran los culpables de la muerte de tu madre.

Sentía mucha ira con mi padre. Ahora entendía porque desde que volvió siempre estaba enojado con mi madre, pero abandonar a mis hermanitos en un hospital eso no tenia perdón.

Horas después de su confesión, mi padre murió.

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Al poco tiempo y con los pocos datos que tenía me fui a mi país de nacimiento, con el objetivo de encontrar mis hermanos, y no descansaría hasta hallarlos. Para este momento deben tener 11 años de edad.

Todo era nuevo para mí, mis conocidos se habían mudado, ya no había nadie a quien pedir ayuda. Pero no puedo darme por vencida aun tengo esperanza de encontrarlos, son mis hermanos y los quiero ¡Son mi única familia! ¡Mi madre me pidió cuidarlos! ¡Tengo que encontrarlos! Todas estás exclamaciones retumbaban mi mente para darme ánimo.

Empecé a investigar por internet, y a buscar organizaciones que me ayudaran.¡De repente! Una pagina me dió un halo de esperanza http://projectmilkbox.com

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Fuente

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Proyecto Milkbox es una organización que ayuda en la búsqueda y rescate de seres queridos y mascotas, así que no dudé en contactarlos y suministrarles todos los datos necesarios para la investigación.

Los días se hicieron siglos, yo sólo pensaba en el momento de conocer a mis hermanos ya experimentaba la misma emoción que cuando era una niña. ¿Como serán? ¿A quién se parecerán? ¿Me van a querer como su hermana? Muchas preguntas pasaban en mi cabeza.

¡Riiiing Riiiing! Suena el teléfono! Contesto y quedo asombrada! La voz detrás del auricular me dijo ¡Los encontramos! Mi corazón se iba explotar no podía contener la emoción las lágrimas me inundaron - Rápido copio la dirección y me dirijo al encuentro.

Era una casa grande y vieja, con enormes ventanas, la pintura de la fachada desgastada, habían muchos niños. Ningún doctor se hizo cargo de los bebés así que los enviaron a un orfanato.

Los veo, son dos pequeños, con muestras de desnutrición, y con una profunda tristeza en sus rostros. Mis lágrimas una vez más me traicionan. ¡Al ver esas miradas tristes pude ver a mi madre, no había ninguna duda eran ellos! ¡ Eran mis hermanos los que la vida me había arrebatado hace tiempo! Por fin los pude abrazar y ellos a mi, fue un abrazo eterno del que estaba segura nunca más nos iban a separar. ¡Oh dios gracias por hacerlo posible! ¡Gracias por poner en mi camino al Proyecto Milkbox!

¡Ya te puedo cumplir madre querida! - Me dije en un profundo suspiro.