Ella era una chica adolescente, salió un día de su casa a buscar una hojas para una tarea que debía hacer en su colegio, ella sale con una cesta y ropa ligera ya que hacia mucho calor por la temporada.

Al pasar unos 20 minutos caminando lejos de casa, decide colocarse sus audífonos y música a todo volumen para hacer su búsqueda un poco más amena.

Al entrar de lleno al bosque, comienza la búsqueda de las hojas, decide buscarlas en diferentes colores, tamaños y formas para que su tarea fuese la mejor de todas.

En el proceso ya estaba casi lista para irse a casa, comienza a caer la tarde y ella seguía con su música a todo volumen sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

De pronto se asombra al ver una hermosa flor color morada, jamás en la vida había visto tanta belleza junta y se encuentra en la terrible decisión de tomarla o dejarla vivir en su hábitat.

Como la flor era tan maravillosa ella piensa en sus calificaciones tan altas, se imagina un gran 20 en su tarea y reconocimientos, en su pequeño mundo de felicidad, decide arrancarla completa.

Con esa flor piensa que no tiene más nada que buscar, se va directo a casa, cae la noche y ella comienza a sentirse mareada, llega un punto en el que ya no siente sus manos, sus brazos y luego sus piernas.

Cae largo a largo en medio del bosque y ella jamás llega a casa. En la mañana unos turistas se encuentran con una inmensa flor morada, maravillados se acercan y al estar cada ves más cerca, se dan cuenta que el tamaño de aquella flor era 10 veces más grande de lo normal, la rosa tenía algunos destellos rojizos.

Ellos deciden dejarla donde está, tomarle algunas fotografías y seguir con su camino...