QUIEN PAGA EN LA PRIMERA CITA

Así que… Voy a explicarlo lo más brevemente posible porque hay mucho que depende del contexto y la situación, porque como la mayoría de cosas, no todo es blanco o negro, y además, voy a tratar de hablar sobre quién paga en una primera cita y luego voy a hablar de quién paga cuando tienes una relación más consolidada. Pero para empezar este tema y como consejo para una primera cita, ya he comentado en otros temas que siempre lo mejor es ir a un sitio informal a tomar algo para eliminar la posible presión que cualquiera de las partes puede tener y que, en el caso de que quieras pagar la cuenta, no vayas a invertir demasiado económicamente hablando, porque realmente no sabes lo que va a suceder entre vosotros dentro de dos semanas.
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Pero, muchos hombres, como símbolo de romance y de caballerosidad, sienten que es su deber tener que pagar esa cuenta. Y, cuidado, no me parece mal si de verdad estás gusto pagando tú porque no hay nada de malo en ser cortés, pero no como obligación por el hecho de que tú seas el hombre y no debería pasar nada por pagar a medias.

QUIEN PAGA EN LA PRIMERA CITA
Ahora ahondaré un poquito más en esto pero en este punto también quiero decir que, si eres mujer, lo importante o incluso también cortés por tu parte es que, por lo menos, también seas proactiva a la hora de pagar la cuenta, ¿por qué? Pues porque un hombre va a valorar que tú también quieras pagar tu parte y que no hagas como que la cuenta no va contigo porque la cuenta también es parte de su responsabilidad.

Por otro lado, tampoco es imprescindible que pagues la cuenta si tienes la impresión de que la cita ha ido bien y pagar a medias cuando haya ido mal. Primero, porque a veces puedes creer que ha ido bien y realmente no ha ido tan bien y la otra persona no va a volver a quedar contigo y segundo porque el hecho de pagar sólo para afianzar una posible buena cita, ufff… bueno… No digo que esté mal, pero los motivos por los cuales pagas tú son los que se tambalean un poco.

Fíjate entre la diferencia de pagar una cuenta para que no se te escape esa cita o simplemente pagar porque te apetece, porque has estado a gusto y porque te sientes bien haciéndolo, independientemente de si os vais a volver a ver a no. Lo que comentaba en el anterior tema es que tras una primera cita, cuando yo tengo clarísimo que voy a rechazar a un hombre y él ha sido amable, simpático y ha estado predispuesto a tener una buena cita y me ha hecho sentir bien, yo me siento mejor pagando la cuenta o como mínimo pagando a medias, pero en estos casos no me gusta ser invitada.

¿El motivo? Después del tema sobre los errores cometidos en las primeras citas y donde hacía un breve comentario sobre el tema de quién paga en una cita, muchos de vosotros me habéis dicho que haga un tema específicamente sobre este tema. Y a raíz de ese tema, unos hombres me decían que los hombres quieren pagar para quedar como caballeros, otros decían que ni hablar, que la cuenta siempre se paga a medias para que ella no se aprovechara de la situación y algunas mujeres decían que la cuenta se pagaba a medias porque un hombre no tenía por qué pagarle nada y otras decían que tenía que ser el hombre el que debía pagar simplemente porque los hombres son las que se hacen cargo de estas cosas. Así que… Voy a explicarlo lo más brevemente posible porque hay mucho que depende del contexto y la situación, porque como la mayoría de cosas, no todo es blanco o negro, y además, voy a tratar de hablar sobre quién paga en una primera cita y luego voy a hablar de quién paga cuando tienes una relación más consolidada. Pero para empezar este tema y como consejo para una primera cita, ya he comentado en otros temas que siempre lo mejor es ir a un sitio informal a tomar algo para eliminar la posible presión que cualquiera de las partes puede tener y que, en el caso de que quieras pagar la cuenta, no vayas a invertir demasiado económicamente hablando, porque realmente no sabes lo que va a suceder entre vosotros dentro de dos semanas. O incluso, como consejo, si te gusta quedar bien pagando tú la cuenta, puedes tener localizados restaurantes económicos pero que estén bien, en los cuales no tengas que realizar mucha inversión. Pues bien, el contexto ideal es que la cuenta de una primera cita donde no hay nada entre vosotros y en la que apenas os conocéis, es que cada uno se pague lo suyo, porque los dos habéis tenido esa cita porque habéis querido y no os debéis absolutamente nada. Pero, muchos hombres, como símbolo de romance y de caballerosidad, sienten que es su deber tener que pagar esa cuenta. Y, cuidado, no me parece mal si de verdad estás gusto pagando tú porque no hay nada de malo en ser cortés, pero no como obligación por el hecho de que tú seas el hombre y no debería pasar nada por pagar a medias. Ahora ahondaré un poquito más en esto pero en este punto también quiero decir que, si eres mujer, lo importante o incluso también cortés por tu parte es que, por lo menos, también seas proactiva a la hora de pagar la cuenta, ¿por qué? Pues porque un hombre va a valorar que tú también quieras pagar tu parte y que no hagas como que la cuenta no va contigo porque la cuenta también es parte de su responsabilidad. Por otro lado, tampoco es imprescindible que pagues la cuenta si tienes la impresión de que la cita ha ido bien y pagar a medias cuando haya ido mal. Primero, porque a veces puedes creer que ha ido bien y realmente no ha ido tan bien y la otra persona no va a volver a quedar contigo y segundo porque el hecho de pagar sólo para afianzar una posible buena cita, ufff… bueno… No digo que esté mal, pero los motivos por los cuales pagas tú son los que se tambalean un poco. Fíjate entre la diferencia de pagar una cuenta para que no se te escape esa cita o simplemente pagar porque te apetece, porque has estado a gusto y porque te sientes bien haciéndolo, independientemente de si os vais a volver a ver a no. Lo que comentaba en el anterior tema es que tras una primera cita, cuando yo tengo clarísimo que voy a rechazar a un hombre y él ha sido amable, simpático y ha estado predispuesto a tener una buena cita y me ha hecho sentir bien, yo me siento mejor pagando la cuenta o como mínimo pagando a medias, pero en estos casos no me gusta ser invitada. ¿El motivo? Que me han preguntado muchos. Y este es mi motivo personal…

Pues muy fácil: yo diría que es empatía con el otro, especialmente cuando noto que él sí que está interesado en mí y me hace sentirme más justa. Lo que me falto decir es que si estoy tremendamente a gusto con esa persona y ciento que él siente lo mismo, también me gusta pagar a mí esa cuenta, independientemente de si habrá una siguiente cita o algo entre los dos, porque puede que él tenga su vida a mil kilómetros de donde yo tenga la mía.

QUIEN PAGA EN LA PRIMERA CITA
Lo hago por mí, porque me apetece, porque me sale de dentro, es mi forma de expresar también que me he encontrado a gusto durante ese rato. No lo hago pensando que así le presiono para tener otra cita y que pague él o con la intención de que “ahora me debe algo”. No, repito, lo hago porque quiero y porque me siento bien haciéndolo. Aunque tampoco esto significa que siempre pague yo, porque yo también dejo que me inviten cuando tengo una cita, ¿eh? Pero te pongo estos ejemplos para que te los tomes como criterios diferentes que puedes aplicar, y para que te des cuenta de que no hay cosas bien hechas o mal hechas, sino que también depende de contextos, de cómo tú te sientes y que ahí eres tú quien tienes que valorar.

Lo que sí que quiero decirle a las mujeres es que mucho cuidado también con dejar que tu cita o tu chico se haga cargo de la cuenta simplemente porque tú, y siento mucho lo que voy a decir porque sé que es muy políticamente incorrecto, pero porque tú has decidido acostarte con él. No debería tener absolutamente nada que ver porque además, inconscientemente, cuando piensas así, también te estás generando una presión para acostarte con él e, insisto, debería ser algo totalmente independiente y, por otro lado, no debería ser algo que te presionara, aunque a algunas sí que sé que lo hace, así que insisto, separa el tema de quién paga con el tema de mantener relaciones con él...

Bueno, volviendo al tema, se complica un poco más cuando ya no es una primera cita, sino que ya llevas saliendo con un hombre o con una mujer varios meses. Y digo que se complica, porque entran otros factores en acción. Para empezar, comentarle a las mujeres que entienden que son los hombres los que tienen que pagar, que no pueden pretender que un hombre se haga cargo de todas las cuentas y de todas vuestras facturas porque le estarás diciendo que tiene que pagar por tu tiempo y que tiene que pagar porque estés ahí con él y que, si tiene que pagar por todo lo que hacéis juntos, significa que está pagando por tu tiempo e incluso por estar contigo, por lo tanto, estás dando a entender que tu tiempo es más valioso que su tiempo y así se va a acabar generando una relación de desigualdad. ¿Te imaginas que le dices a una amiga o a un amigo que tiene que pagarlo todo por estar contigo? Es como surrealista, ¿no? El hecho de que él sea el hombre, tú una mujer y que tengáis una relación no supone que él tenga que pagarlo todo.

¿Sabes qué pasa? Que para los hombres también es importante que demuestres que estás dispuesta a pagar y que también lo haces en la medida de tus posibilidades. Entre otras cosas demuestras: tu responsabilidad, tu independencia, que eres amable con tu pareja y que también estás cuidando de esa relación, igual que él lo hace cuando se ofrece a pagar la cuenta. Pero además, vas a estar demostrando que no tratas de aprovecharte de él en ningún sentido, porque hay muchos hombres que también tienen ese miedo, que en realidad es un miedo de ellos, pero también tenemos que ser nosotras conscientes de que esto puede ocurrir.

QUIEN PAGA EN LA PRIMERA CITA
Ahora imagínate: ¿Qué pasa si estás en una relación y vuestra posición o nivel económico es diferente? Puede que no te puedas permitir los gastos que se pueda permitir tu pareja. O, al contrario, puede que tú tengas más dinero que tu pareja. ¿Qué pasaría si tu pareja te propone unas vacaciones que cuestan unos, vamos a poner como ejemplo, 10mildólares cada uno y tú no te lo puedes permitir? Pues, en este caso, tú tendrías que decirle a tu pareja “oye, mira, yo este gasto no me lo puedo permitir” y es trabajo de tu pareja decirte, “bien, no te preocupes, esto lo asumo yo porque yo quiero hacer este viaje contigo”. Genial. Pero la pelota vuelve a estar en tu campo… ¿qué es lo que tú podrías aportar económicamente a ese viaje? No es tanto cuestión de dinero, como el gesto de que tú también pretendes aportar a esa relación. Aunque, quizá, estés con una persona que siempre se ofrece a pagar por todas vuestras cuentas, pero… tú también tienes que ofrecerte a pagar tu parte y no acomodarte en que la otra persona siempre lo paga todo y… voy a decir más: no sólo vale con sacar la cartera y luego volver a guardártela, no. Sino que tú también tienes que pagar esa cuenta de vez en cuando, proporcionalmente, aunque sea a tus ingresos.