Libertad (Capítulo 1 / 5)
La libertad es muy dura para nosotros.
La manera de cambiar el destino es cambiarse. Cambiar el entorno de uno, cambiar las circunstancias que a uno le rodean, cambiar las personas con las que tiene vínculos. Si uno cambia, aunque nada cambie, todo cambia.
Cambiarse.
Cambiar es salir. Salir del lugar en el que uno está hundido, salir de las circunstancias que uno no eligió ni hubiera elegido, salir de las redes entrelazadas de relaciones que en algún momento en el pasado, probablemente no tan lejano, haya sido una buena idea fortalecer y que en el presente quizás sea mejor romper.
Salir.
Las guerras se han acabado hace décadas. Todo el mundo es libre. En principio, lo es. En teoría, lo es. Al menos, pretende que lo es. Todos somos libres. La lotería de la vida me había sonreído antes de que yo naciera. Nací libre. Crecí libre. La esclavitud era una fantasía que solamente ocurría en un mundo paralelo. Si no hubiera sido por medios de comunicación no habría sabido que existía un mundo donde la gente compraba gente, que existía un mundo donde gente nacida libre acababa esclavizada, que existía un mundo donde el valor de una persona dependía de la lotería de la vida que le tocaba, desde antes de nacer.
La gente ya no es comprada por gente. La gente se vende. Vende su tiempo. Vende su labor. Vende su inteligencia. Vende su fuerza. La gente no es reacia a ser comprada. La gente se vende voluntariamente. Vende su tiempo en labores que quizás no le gusten para comprar lo que otro produce vendiendo su tiempo. Vende su labor haciendo lo que quizás no le guste para comprar lo que otro produce vendiendo su labor. Vende su inteligencia produciendo lo que quizás no coincida con sus valores para comprar lo que otro produce vendiendo su inteligencia. Vende su fuerza construyendo lo que quizás nunca use para comprar lo que otro produce vendiendo su fuerza. La gente se vende. Y la gente se compra uno al otro.
Pero la gente ya no es reacia a ser comprada. Libertad de elección. Que cada uno goce la libertad de elegir ser esclavizado.
La esclavitud es multifacética.
... continuará...