Reflexión sobre el mundo y la naturaleza.

En este mundo tan ajetreado en que vivimos, cuando estamos cruzando una calle notamos el fuerte ruido de los automoviles, la bulliciosa ciudad, el llanto de los niños; siempre vemos malas noticias en la televisión, algo que resulta normal en nuestros días, a veces pensamos, como es posible vivir en paz en un mundo tan caotico, donde surgen problemas por donde que sea que alcancen nuestra vista y oidos.

Pero cuando nos detenemos a detallar con más precisión, las cosas que nos rodean, como el canto de los pájaros, el viento que sopla en las ramas de un hermoso árbol e incluso en las flores, vemos y escuchamos cuando agudizamos nuestros sentidos lo calmada que es la naturaleza, pensando en ello.

Se puede sentir que es el humano el que crea los conflictos, que la naturaleza siempre está en armonía, tranquila, las flores siempre están vestidas con los más lujosos trajes, las hormigas siegan su cosecha sin estrés, los pájaros buscan su comida sin pensar en el día de mañana.

Pero el humano no es así, siempre está preocupándose por el día de mañana, haciendo muchos planes que no resultan, porque no prestamos atención a la naturaleza, cada quien vive en su mundo, concentrandose en si mismo; ¡la perdición del humano!

¡Cuántos artefactos ha creado el hombre imitando a la naturaleza! Pero no ha imitado su sabiduría para sí.