EL AMOR Y EL INTERES SE FUERON AL CAMPO UN DIA…

Así es, queridos estimianos. El amor y el interés se fueron al campo un día, y más pudo el interés que el amor que se tenían.

Esta lapidaria frase la he escuchado desde niña, y hoy debo reconocer, que es una de las afirmaciones más ciertas que he podido comprobar a lo largo de la vida.

Aun cuando existen muchos tipos de amor: el amor a Dios, a la pareja, a familiares, a la naturaleza, al trabajo, y muchos otros, en esta oportunidad quiero referirme al amor que decimos sentir por otras personas, y que a mi parecer es el que más felicidad o sufrimiento nos suele causar en la vida.

¿Cuándo saber si los demás nos aman realmente? ¿Nos ama nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos?

Aunque a primera vista el tema parezca algo superfluo, lo cierto es que millones de personas en el mundo sufren a diario por ser víctimas de un amor interesado, efímero, volátil, falso y quebradizo.

Lo primero que debemos definir en este punto es el concepto del AMOR.

Aunque es uno de los conceptos más complicados de definir por la dificultad para expresarlo con palabras, buena parte de la gente coincide en que se trata de un conjunto de emociones que nos inclinan hacia una persona o cosa, un sentimiento profundo, donde lo característico y más relevante es la conexión o unión, no material, sino más bien espiritual, afectiva y emocional con la otra persona.

Esto significa que cuando amamos a alguien realmente, sentimos afecto, cariño, y ternura por ese ser, y ese sentimiento nos lleva a desear lo mejor para éste; deseamos ayudarle y estar presentes en su vida. Sentimos dolor y compasión cuando está en dificultades, y hacemos todo lo humanamente posible por resolver cualquier situación que sea preciso para mejorar su condición.

Cuando hablamos de interés, nos referimos más a la utilidad o conveniencia moral o material que se busca en otra persona, generalmente para beneficiarse de ella. A esas personas se les suele llamar ‘personas interesadas”, ya que solo, el interés de conseguir algo que puede beneficiarles: un bien, dinero, status, fama, poder, etc, es lo que las motiva a permanecer en una relación.

Las personas interesadas, generalmente, suelen decir con frecuencia que “’nos aman’, pero raramente lo demuestran, y suelen desaparecer de nuestras vidas o fallar, cuando las cosas se ponen difíciles, o no salen como ellos esperaban.

Este tipo de relaciones son muy comunes hoy en día en nuestras sociedades, siendo usuales, las uniones por conveniencia de alguna naturaleza. Lamentablemente, no suelen perdurar en el tiempo, y lo que es peor, son infelices, y suelen generar mucho dolor y decepciones.

¿COMO RECONOCER SI ESTAMOS EN UNA RELACIÓN BASADA EN EL AMOR Y NO EN EL INTERÉS?

1.Las relaciones basadas en el amor suelen perdurar en el tiempo, y no se vienen abajo cuando la enfermedad, la crisis económica, u otro infortunio toca a alguna de las partes.

Por el contrario, cuando la relación está basada en el amor, las dificultades fortalecen la relación, y no la destruyen.

2. Una relación está fundamentada en el amor, cuando no es lo material lo que maneja la base de esa relación, sino el afecto, cuando no se quita nada a cambio y no se premia constantemente, a través de regalos costosos, viajes, dinero, joyas, aunque tales aspectos puedan estar presentes entre las personas, cuando se tienen los recursos y el deseo natural de disfrutar de ellos.

3. Cuando se está en una relación basada en el amor, priva el interés por el bienestar del otro, priva la paciencia, el apoyo mutuo, la solidaridad y el respeto, y cuando el buen comportamiento dice más que mil palabras.

4. Se está en una relación de amor, cuando el otro se alegra y celebra nuestros avances y logros, cuando no hay rivalidades ni competencias, y cuando nos ayudan a convertimos en mejores personas cada día.