Esperar en… ¿Lo haríamos?

Imagínate que Dios te dijera
-Permanece aquí en este lugar
Inmediatamente cuestionaríamos lo que nos quiere decir, ¿A quién se le ocurre poner a alguien en un sitio sin moverse, sin quejarse, sin opinar, sin decir nada, Solo esperar?
¿Lo haríamos?, ¿Esperaríamos? ¿Obedeceríamos? ¿Quedaríamos estáticos en espera de algo que no sabemos?
Es extraño, solo pensarlo... Quédate quieto y espera...¡¡Guaoo!!
Es difícil, muchos dirán, cierto yo no esperaría a alguien que ni puedo ver, que no puedo saber si en verdad existió.
Pero qué pasa cuando andamos apurados, que tenemos uno de esos problemas que no sabemos cómo resultará, como decimos en estas tierras cuando ya tenemos el agua al cuello, pues les diré “Diosito mete tu mano” “Dios ayúdame en tus manos descanso” “Diooosss, ya no puedo mas, encárgate” y los más valientes “Señor haz tu voluntad en este problema”
¿Qué estamos haciendo? ¿No hacemos lo mismo que esperar? Esperar a que Dios dentro de su grandísima voluntad haga lo que es mejor para nosotros.
Dios tiene cosas maravillosas para cada uno de nosotros de manera individual y perfecta, pero somos nosotros los que muchas veces le ponemos a Dios limites o somos más atrevidos osamos indicarle de que manera hacer las cosas.
Por eso te invito en esta oportunidad a abandonarte en Él, a confiar y descansar en Él, siempre he dicho que es lo más difícil del mundo Creerle a Dios que Él hará las cosas y no nos abandonará, no me lo contaron, no lo leí, lo he vivido y experimentado.

Estad quietos, y conoced que Yo Soy Dios; seré exaltado entre las naciones, enaltecido seré en la tierra…
Salmo 46:10

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