Me encantó tu reflexión mi estimada amiga Luisa !!!
Es comprensible que para poder convivir y organizarnos en sociedad los individuos tengan que hacer algún sacrificio para restringirse en su individualidad en aras del bien común, es entendible.
Por ejemplo, todos tenemos que revestir nuestro "ser" individual original con un vestido de "no-ser" en bien de la convivencia social, no podemos ser tan "naturales" que nos tiremos eructos si estamos con otros, salvo el caso de sociedades que han convertido el eructo en una demostración de agradecimiento.
En este contexto se comprende el papel de la educación, de las leyes morales, etc, todas las cuales pueden resultar muy perjudiciales para el individuo.
Pero se trata entonces de tener criterio y de centrarse más en el espíritu de las leyes de convivencia que en su formalidad, y saber administrarlas de tal manera de no perjudicar a las personas.
Un fuerte abrazo desde Chile!!!