Introspección.
Son las 4:40 de la madrugada y el insomnio me ha hecho analizar qué siempre le he tenido miedo al fracaso, miedo al ser juzgada.
Haciendo una especie de introspección, miro a mi yo de hace unos 5 años y pienso en todas las cosas que he querido hacer, ideas que llegaron y simplemente deseché por miedo, miedo a comenzar; pienso desde hace cuanto no tomo decisiones que me cambien la vida, que me hagan sentir libre.
Siento que estoy reprimiendo a esa persona creativa, que poco a poco esas ganas y sueños se han ido apagando por mil fantasmas que solo yo me he creado.
Escribo esta especie de blog para creer que esa esencia no murió y solo está dormida; que dentro de muy poco podré decir que muchas cosas han cambiado, quiero dar mi primer paso, aunque se que es pequeño, poder dejar a un lado el temor y poder publicar un poquito de mi alma acá.
No quiero volverme una adulta que se arrepiente de no haber vivido ni soñado lo suficiente, quiero volver a mis raíces y redescubrirme, poder decir al final de la carrera que si se pudo y borrar de mi vocabulario la palabra temor. Por eso creo plenamente que hoy es un buen día para empezar.