Creo que todos alguna vez en la vida nos hemos llegado a sentir como unos completos fracasados, con ganas de tirar la toalla y dejar todo atrás. Pero piensenlo por un momento, realmente ¿Ganar, es la única manera de ganar?

Yo se que suena un poco loco, quizá un poco complicada la pregunta, pero analícenlo... A veces perder no es tan malo, cambiemos la perspectiva del asunto. Imágina que pierdes tu empleo, eso es algo bastante triste y deprimente para cualquiera, perder súbitamente tu fuente de ingresos es un golpe duro, pero quizá eso te lleve a conseguir otra oportunidad de trabajo que sea incluso mucho mejor que la que ya tenias. Otro buen ejemplo es cuando se acaba una relación pareja, puede que te sientas triste, después de todo el tiempo y energía que colocaste en esa relación y que todo termine, todo se pierda, es algo duró, pero quizá te este liberando de un problema, de una relación tóxica, o sencillamente te conduzca a un nuevo camino.

Los ejemplos anteriores quizá te suenen un poco trillados, pero como les dije anteriormente, cambiemos un poco la perspectiva del asunto. Estamos tan acostumbrados a escuchar que perder es una cosa tan mala, que el simple hecho de perder nos llena de miedo y frustración. Cuando la realidad es que muchas veces "perdiendo" ganamos más de lo que imaginamos, quizá no consigas un empleo mejor al que tenias anteriormente, o esa ruptura amorosa no te conduzca directamente hacia tu principe azul, pero en el camino pueden dejarte una gran lección, que quizá aún no has logrado ver con claridad.

Piensen en esto: ¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Y no me refiero a creernos superman ni nada por el estilo. La cosa no esta en confiar ciegamente en que siempre vamos a ganar, tampoco es vomitar arcoiris todo el tiempo y ser el ser más positivo de este planeta. Cuando digo perder el miedo, me refiero a perder el miedo a perder, porque de eso se trata vivir. La única forma de aprender, de volverse más sabio es cometiendo errores, pues como diria mi querida abuela "Nadie aprende de experiencias ajenas".

Es algo díficil de comprender, pero creánme que a veces es necesario perder la esperanza, perder la ilusión, para que florezcan cosas nuevas. Por eso me encanta la frase que les mencioné al principio, "Tras las nubes el cielo es siempre azul". Ese momento en que todo parece más obscuro, cuando crees que es el fin de todo, busca más allá y veras que puede ser el comienzo de un nuevo camino. Por eso amigos, pierdan el miedo a perder, porque, de vez en cuando, perder es la única manera de ganar.