¿Quieres acompañarme un día en Venezuela?

Venezuela! Un país hermoso ubicado al norte de América del Sur y dotado por grandes maravillas naturales, pero que muchos han abandonado por hoy día ser una tierra que ha perdido valores y oportunidades gracias a mentes que creen estar en un régimen acertado.

Te invito a que me acompañes a vivir un día en Venezuela.

Soy una mujer nacida en este paraíso, que todos los días enfrenta el diario vivir, después de incluso no dormir nada por los seguidos apagones y fluctuaciones que te impiden descansar, donde debes racionar el agua porque tampoco hay. Atormentada no solo por esta incomodidad sino también por pensar que le ofrezco a mis hijos mañana de comer, porque sencillamente no hay nada, ni tampoco dinero con que adquirir lo mas elemental, una simple comida. Al pasar las horas y resuelto el primer dilema, enfrento nuevamente otra odisea, transporte, inseguridad, hambre y dinero en efectivo. Un país donde caminamos al revés porque nada es como debe ser. Todo gira alrededor del mas “astuto”, del que tuvo la oportunidad de estar justo en ese lugar donde hay el chance para aprovecharse y no pensar en los demás. Un país donde no ganas en un día ni siquiera para soñar porque hasta eso te lo robaron, donde tus ilusiones desaparecieron porque los tuyos ya no están, un país donde vivir paso a ser una sobrevivencia, una tierra donde los tuyos ya no están, donde una frontera se los llevo porque quisieron vivir sus sueños y luchar por los que dejaron en las montañas, en los llanos y en la costa.

Un día en Venezuela no es para cualquiera, es para el que tiene una inmensa fe y una desbordada esperanza, es para el que sus alas no tienen la capacidad de volar porque las atan circunstancias de muchos indoles. Un día en el país con el teleférico mas largo y mas alto del mundo, es solo para los que a cada minuto esperamos que nuestro cielo brille nuevamente, que seamos hermanos como antes, que estrechemos lazos como VENEZOLANOS que somos todos, porque todos decimos, chévere mi pana, dale mi chamo.