La próxima vez-Relato
La próxima vez
Cuando recién nos conocíamos, éramos bastante cohibidos. Me observabas por minutos y cuando reparaba en ello, bajabas la mirada. Cuando decidías volver a verme, era mi momento de desviar la mirada y ponerme colorada.
Pasadas las siguientes semanas, ya me sonreías y regalabas flores. Me traías cualquier detalle alegando que pasabas todo el día pensando en mí. Atesoraba tus obsequios buscando regalarte un recuerdo más grande, como aquellas tardes de risas en las que contemplábamos el atardecer comiendo helados.
Los meses se fueron y me sorprendiste diciéndome que me querías más de lo que podía imaginar. No lo puse en duda porque en mi corazón, empecé a sentir algo igual. Ya nos tomábamos de las manos, chocábamos hombros a propósito, me hacías cosquillas y yo te pellizcaba las mejillas para verlas sonrojadas. Éramos como dos niños compartiendo sus golosinas, la confianza se agrandaba cada vez más.
Comprendí que no todos los días son alegres, ni llenos de tranquilidad. Fue esa vez en la que tuvimos nuestra primera discusión. Ahora que lo recuerdo, fue una tontería, pero nos permitió ser más sinceros en cuanto a las verdades de nuestro interior. Somos humanos y algunas veces, por dentro, estamos un poco rotos. Tratamos de repararnos y enmendamos las cosas, de esa forma, nuestra relación se vio fortalecida.
Pasaron dos años y decidimos casarnos. Por aquel entonces, aún nos besábamos. Sonrisas por aquí, sonrisas por allá. Un error aquí, ignorémoslo porque qué más da, no tendrá efectos, ya pasará.
Mientras el tiempo transcurría, nuestra vida juntos se volvía más vacía. Los días perdieron el color, la esperanza desapareció y lo que antes tenía sentido cada vez se veía más como algo perdido. Sin darnos cuenta, poco a poco le devolvimos los matices a nuestras emociones cuando nuestras personalidades comenzaron a chocar. Las diferencias en cada palabra y acción se notaban cada vez más. En silencio lloraba, mientras, en el baño te encerrabas. Los ruidos que provenían de allí terminaban ahogándose y yo, tranquilizándome.
Nos mirábamos sin vernos y prometíamos en vano. No volverá a pasar, cada quién dará su mejor esfuerzo para arreglar esto. Tan sólo démonos tiempo. Los primeros días transcurrían con tranquilidad, pero la calma no duraba puesto que nuestras paciencias se agotaban.
Muchas noches me pregunté por qué no separarnos de una vez por todas. Nuestra relación estaba más que oxidada, yacía quebrantada a nuestros pies esperando a ser recogida o desechada, pero se quedó allí varada. No imaginaba una vida sin ti, pero la vida contigo me estaba ahogando en ríos de llanto. Quería que funcionara, de verdad lo quería, pero mis labios estaban sellados para comunicarme de verdad. Y tú nunca callaste para con tu silencio, poderte escuchar en realidad.
Todo lo que pensé y quise, quedó atrás. Mi paciencia estaba colmada y mi primera reacción fue lanzar recipientes de cristal que estallaron contra las paredes y llegaron a lastimarme. Tú nunca me habías visto en ese estado, ya no encontrabas qué hacer. En vez de gritar te callaste y yo comencé a llorar porque sentía que no podía respirar.
Intentaste tomarme del brazo para calmarme, me alejé furiosa y tu mirada escondida de mí me recordó a nuestros inicios, cuando apenas nos conocíamos. Chicuelos que se estaban enamorando. ¿Cómo todo resultó un caos?
Por más que te amaba, no me sentía dispuesta a seguir en la misma situación. Tú no sabías si molestarte o consolarme, si ignorarme o suplicarme, si irte o quedarte. ¡Vete! ¡Vete! No me toques. Por los momentos es mejor que me dejes sola.
Diste un portazo cuando saliste de la casa, enojado. Pasaron horas y me había tranquilizado, sin embargo tú, aún no habías regresado. Pensé que estabas caminando para despejar tu mente y tomar alguna decisión, pero lo que en realidad pasó, es que fuiste víctima de un asalto que te prohibió volver a mi lado.
Me atreví a adentrarme al pasado para revivir una vez más lo que desde un principio debimos cuidar, y todo lo malo que debimos erradicar. Para estos momentos, ya estoy agonizando. Veo mi sangre correr por el lavabo y mi consciencia se está esfumando. Tal vez en otro mundo, tengamos la oportunidad de intentarlo de verdad, verdad. Esta vez, por favor, no la dejemos pasar.
Hermosas palabras me encantaron muchisimo... Te felicito... Sigue asi...
Gracias :)
muy buenas tus palabras. Besos.
Gracias c:
Realidad o ficción encierra unas cuantas verdades tu relato. Cuando en una relación de pareja se rompe el encanto producto de la rutina, por desamor o por falta de interés suele levantarse un muro imposible de alcanzar ni derribar. Es mejor asumir que algo nos está afectando, enfrentar los miedos y conversar cara a cara lo que sucede.
Es así, ud tiene razón, porque al evadir las cosas no significa que no estén allí, causando algún daño. Gracias por comentar :)
Interesante. Profundo. Triste final. A lo último se cuela que ambos se amaban aún, pero no lograron descifrarlo.
Hola @miomarp, sí, a veces los conflictos hacen olvidar lo que verdaderamente importa, y en vez de solucionarlos, pues, dejan que avancen y traigan consecuencias. Saludos :)
Wow, escribes muy bonito. Creo que llevas a un relato una realidad que ocurre a menudo. Lástima que él muere al final :(. Saludos
Sí, son casos que se ven a menudo en dónde la relación comienza muy bien, pero luego todo eso queda en el olvido debido a diversos conflictos. Gracias por leer y comentar :)
Excelente post... Me encanto! Saludos
Gracias! c:
Me recuerdas al libro: si estas enamorado, no te cases. Casarse es una decisión es muy fuerte. Tus palabras están llenas de sentimiento, te felicito por saber transmitirlo, saludos!
Gracias por comentar <3 :)
¡Felicitaciones!
Tu publicación ha sido seleccionada para recibir el Upvote del Proyecto de Curación @Karamelo
Visita nuestra publicación donde tu post fue votado aquí.
Y apóyanos con tu voto.
Agradezco haber sido seleccionada, pero la publicación ya tiene más de 7 días publicada :/