Secretos de Cama! Parte 1/2

mariannelyr11 (56)in #spanish • 6 years ago (edited)

Presiones sociales, psicológicas y religiosas inciden en la vida íntima de hombres y mujeres. Explorar el territorio erótico y derribar mitos son calves para decirle adiós a los temores y darle la bienvenida al placer.

Elizabeth Levy Sad / Laura Gilardenghi

SENTIR INSEGURIDAD en algún área - o en algún tramo - de la vida es muy común. Los miedos, las dudas no resueltas, la falta de confianza en sí mismo y una autoestima deteriorada son factores que atentan contra la integridad emocional. Sin embargo, pocos terrenos vitales son tan fértiles para la proliferación de la inseguridad como el espacio de la intimidad amorosa.

El tema es complejo. Se sabe que toda perturbación o angustia en el ámbito de la sexualidad interfiere con la seguridad emocional, puede enfriar la relación de pareja y causar tristezas y resentimientos personales.

ORIGEN DIVERSO

Verónica Kenigstein, sexóloga y docente se educación sexual, precisa que la inseguridad sexual se puede clasificar según el factor desencadenante.

AUTOPERCEPCIÓN O AUTOIMAGEN CORPORAL. Las personas se sienten seductoras, deseadas o poco atractivas en función de cómo se perciben a sí mismas. Cuando se está internamente en conflicto -bien sea corporal, intelectual o emocionalmente-, la "lucha" se transforma en inseguridad y afecta la capacidad de gozar la propia sensualidad.
PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN. Uno de los grandes factores que siembran temores íntimos es el silencio o la falta de diálogo. Desconocer qué satisface a la pareja y ocultar los deseos y las fantasías estanca la posibilidad del conocimiento mutuo, un escenario que atenta contra una vida sexual plena.

TRANSTORNOS DEL CORTEJO. No saber cómo acercarse al otro para comenzar o proponer el encuentro erótico es una situación muy habitual, que a veces se produce por timidez, y otras por extrema ansiedad.
DESEMPEÑO SEXUAL. Entre las inquietudes comunes sobre el desempeño se cuentan la preocupación por la duración de la erección, no saber cómo excitar o satisfacer a la pareja y sentirse enteramente responsable del placer del otro.

Es importante evaluar si la inseguridad se dispara por una situación actual o es un reflejo de un recuerdo del pasado.

SILENCIOS COMPARTIDOS

La principal Fuente de inseguridad en las parejas reside en la falta de comunicación, subraya Rosa Riádigos, psicóloga y especialista en sexología clínica, quien advierte sobre la importancia de conseguir el "camino del encuentro" para alcanzar una vida sexual satisfactoria.

Hay quienes no hablan de sexo ni de sus fantasías y necesidades, pero desean ferviertemente que sus compañeros adivinen lo que piensan. Como lógicamente no ocurre, sienten que el otro no les brinda lo que buscan. Se produce, entonces, una gran frustración.

Los especialistas coinciden en la necesidad de generar espacios para conversar de lo que gusta o disgusta a cada miembro de la pareja, de cómo quieren disfrutar del encuentro, de sus miedos y fantasías. A fin de cuentas, cada persona se deleita y erotiza de manera diferente.

CONQUISTADORES E INSEGUROS

La figura del "Don Juan", ese hombre -aparentemente frío e insensible- de múltiples conquistas sexuales, que se jacta de una incansable habilidad amatoria, en realidad oculta una gran inseguridad sexual, disimulada detrás de una fachada competitiva y triunfadora.

EROTISMO "OFICIAL"

Juan Carlos Kusnetzoff, psiquiatra y especialista en sexología, señala otro de los motivos que con frecuencia desatan inseguridad: "la sexualidad humana se produce en condiciones de extrema vulnerabilidad y fragilidad. Para los animales es fácil, pero las personas sienten que tienen que cumplir determinadas expectativas y, además, que tienen mucho que ocultar". Los disparadores que provocan pudor son variados, desde defectos físicos reales o imaginarios, hasta complejos relacionados con la baja autoestima.

"Encontrar códigos personales para vivir nuestra sexualidad individual es complejo, especialmente porque no forman parte de un programa sistemático de educación", advierte sobre el punto Cristina Fridman, socióloga y especialista en educación sexual.

Los medios de comunicación también cargan con una cuota importante de responsabilidad. "La publicidad -y los medios en general- nos bombardean con mensajes que pretenden decretar cómo 'debe ser' el cuerpo de una mujer o de un hombre para ser atractivo y deseable, y cómo debe ser una relación sexual 'perfecta'. Cualquier alternativa que no se adapte específicamente a esas características es socialmente rechazada", explica Kenigstein. Entonces, las personas, en lugar de aceptar sus propias realidades, se comparan con los modelos establecidos. EL RESULTADO: frustración.