"Pan y Rosas" no es solo el título de un poema; es también el título de una canción, y es un slogan político originado por un discurso dado por Rose Schneiderman, una feminista y una de las más prominentes líderes de la unión de mujeres trabajadoras.

Schneiderman es acreditada con la frase "La trabajadora debe tener pan, pero debe tener rosas también.", con el propósito de exponer el derecho que tiene el trabajador a algo mayor que sólo una vida de subsistencia.

En 1911, el poeta estadounidense, James Oppenheim, inspirado por las palabras de Schneiderman, escribió el popular poema que no sólo inspiraría a las mujeres de la clase trabajadora, sino que también se mantendría en la historia como una de las piezas de poesía más icónicas alguna vez escritas. Pan y Rosas se convertiría pues, en un himno para todos los que peleaban por los derechos laborales de la mujer.

Más tarde, en 1912, habría una huelga textil en Lawrence, Massachusetts, la cual sería muy relacionada con el idea de Pan y Rosas, conocida como "la huelga de Pan y Rosas", protagonizada por los trabajadores inmigrantes de la American Woolen Company, y liderada por la unión laboral internacional, Industrial Workers of the World.

Comenzando en enero, luego de cientos de arrestos, muchos heridos y tres muertes de trabajadores que participaban en la manifestación pacífica, a mano de la policía y la milicia, los jefes volvieron el día 12 de marzo con una oferta que finalmente aceptaron los trabajadores: las 56 horas de la semana de trabajo serían reducidas a 54, se haría un aumento en los sueldos que varíaría desde un 5% para los trabajadores mejor pagados, hasta un 20% para los menos pagados, y una paga del 150% por horas extra, garantizando a los trabajadores que no serían discriminados por haber participado en la huelga.

Era el espíritu de los trabajadores lo que les hacía parecer peligrosos. Estaban confiados, alegres, libres, y cantaban. Siempre estaban marchando y cantando.