"A LA DERIVA, BARCOS DE PAPEL" (Cuento de la Colección: Escritos Necesarios) Capítulo 11

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Pompilio Luis está sentado en la ventana de su casita de La Cortada del Cambur. Al otro lado de la calle vive su amiguito Mario Tovar. Se comunican con Lengua de Señas Venezolana. Tiene doce años. Son muy amigos. Mario tiene cuatro hermanos más grandes que él. Pompilio le había dicho que él también tenía un hermanito, que está muy lejos, más allá de donde cruzan los barcos que vienen al puerto que está allá abajo. También le había contado que era un secreto entre su mamá y él pues su hermanito nunca lo podría conocer. Sólo se podrían comunicar a través de cartas enviadas en barcos de papel cuando lloviese aquí en el Trópico. Este barco navegaría a la deriva hasta atracar en Rotterdam que era el lugar donde vivía su hermanito.



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Por esto cuando comenzaba a llover Mario Tovar atravesaba la calle y entraba en la casa de su amiguito. Juntos escribían en un papel para enviarlo al hermano lejano, esperaban a que dejara de llover y juntos salían hasta la acera en cuya orilla todavía corría el agua que bajaba de las calles situadas más arriba.





Colocaban los barcos de papel, les introducían la pequeña esquela y los contemplaban alejarse calle abajo seguros de que iban a su encuentro con el mar y más allá, mucho más allá, a las manos situadas al otro lado del planeta, a las manos de su hermano a quien nunca podría conocer, al que pertenecía a otro mundo: el de los ricos y poderosos.



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Orlando y María Gabriela regresan al país con sus títulos, su hijo y los innumerables regalos para sus familiares y amigos.
Los esposos llegan justo a tiempo para comenzar a impartir sus clases de Derecho y Arte en la Universidad Central de Venezuela, como lo han hecho todos los miembros más prominentes de ambas familias a través de los años y siglos.


Pasan algunas semanas y al cabo, un día lunes en la mañana tocan a la puerta dela mansión. Susana se dirige al intercomunicador. Observa la silueta de un hombre y un niño. Están de espaldas. El niño se alza para abrazar a la persona que permanece sentada en el interior del auto, los dos se vuelven y aparece en el monitor el rostro de Orlando Aristigueta. Susana da un salto hacia atrás como si hubiese visto un tigre repentinamente muy cerca. Orlando vuelve a pulsar el timbre. Susana vacila y contesta tratando de lograr un tono impersonal en su voz.

• Buenos días, señor Orlando.
  
  
• Buenos días. Les dejo a Luis Félix. Vamos a clase en la Universidad. Regresaremos a buscarlo por la noche. Gracias.
  
  
• Muy bien. señor.
  
  
  La puerta exterior se abre y entra el niño. Susana cuelga la bocina y se dirige a la puerta principal. Rapidamente llega a la puerta de la mansión y se encuentra con el niño ya en la entrada. Ha subido los escalones corriendo. Lo mira con ansiedad contenida y con un hilo de voz le dice para romper el hielo:
  
  
• Hola ¿Cómo te llamas, mi amor?
  
  
  -Luis Félix Aristigueta Fuenmayor ¿Y tú cómo te llamas?
  
  
• Susana Inojosa, la administradora de la mansión.
  
  
• Ah ¿Eres la amiga de papá?
  
  
  Susana no sabe qué decir. Opta por sonreír y tomar el bolso que el niño trae consigo. Nuevamente intenta un esbozo de sonrisa y responde:
  
  
• pasa, Luis Félix, tu abuela bajará más tarde. Puedes quedarte en el cuarto de los juguetes o estar con nosotras en la cocina.
  
  
• Me quedaré con ustedes – Dice con un castellano inseguro-.
  
  
• Muy bien. Vamos para presentarte al resto del personal. Entre todos te cuidaremos.
  
  
• Si no te importa prefiero cuidarme solo, Susana.
  
  
• Como lo decidas, Luís Félix, así se hará
  
  
  -Bien, Susana, en el colegio en Rotterdam me cuidaba solo. Aprendí a sobrevivir a pesar de mi mala pronunciación del idioma. Salí adelante.
  Susana lo observa y con admiración dice para sus adentros: “Es un niño bello e inteligente…qué bien. Así debieran ser todos los niños”
  
  
• Creo que vamos a ser buenos amigos, Luís Félix.
  
  
• Si eres amiga de papá eres amiga mía, Susana.
  
  

Continuará

Lean el capítulo anterior:https://steemit.com/spanish/@marcosjleal/a-la-deriva-barcos-de-papel-cuento-de-la-coleccion-escritos-necesarios-capitulo-10